Recientemente el Presidente Nicolás Maduro se reunió con Juan Manuel Santos, Presidente del Estado delincuente de Colombia, le aplicamos el calificativo de delincuente, no por simple algoritmo lingüístico, sino por las condiciones objetivas que son obvias, Veamos:
El Estado Nación desde la antigüedad ha sido la expresión de la organización socio político que le da vida y representatividad a la República hasta nuestros días, la cual para tener esa categoría, necesita estar provista de territorio, población y gobierno, quien ostenta las instituciones que contienen el poder público.
La contaminación del gobierno colombiano, por las bandas del narcotráfico internacional, ocasionada desde decenios por aquel célebre, Pablo Escobar, quien, entre otros, supo escalar posiciones, dentro de un sustrato que era susceptible a ser corrompido, por una avalancha de dólares que estos gánsteres poseían a granel, escalando rápidamente posiciones en los poderes de la aún inocente Colombia, que soportaba una insurrección de decenas de años, donde ejército regular de ese Estado se limitaba a combatir una guerrilla, que perdió la brújula, en su afán de conquistar el poder.
El Estado delincuente: Los carteles de la droga, no perdieron oportunidad de sobornar y corromper al Estado constituido, indefenso ante semejante invasión oculta en un mar de dólares, vio como sus principales instituciones fueron contaminadas por semejante ola de corrupción silenciosa, así penetraron a los poderes: judicial y legislativo primeramente, cuando fueron elegidos jueces, diputados y senadores necesarios para complacer y proteger el negocio de la droga que ya para los años setenta era importante, llegando a desplazar a Bolivia como principal productor de cocaína en el mundo, para el último tercio del siglo. Pero ojo, todavía el Estado colombiano no había adquirido la categoría de delincuente, puesto que la primera magistratura, todavía se mantenía indemne. Por ese entonces, a finales del anterior siglo se destacaba un funcionario complaciente con el Cartel de Medellín, Director de la aeronáutica civil, llamado Álvaro Uribe Vélez, que fue captado por Pablo Escobar, primeramente para matricular a los aviones destinados al narcotráfico y luego financiado su campaña política, para llevarlo primeramente a la gobernación de Antioquía (1995-1997) y luego a la Presidencia del país, en el dos mil dos y reelegido en el dos mil seis. En ese mismo tiempo Colombia, la niña bonita del Libertador Simón Bolívar, se graduaba de Corrupta y es así como la República de Colombia adquiere la categoría de Estado delincuente.
El Estado guerrillero: No obstante la Guerrilla colombiana, representada principalmente por la FARC y el ELN mantenían control en ciertos territorios del interior de Colombia, donde incluso tienen su ordenamiento jurídico, que les permite aún mantener a cientos de presos, principalmente secuestrados, pertenecientes a las fuerzas de ejército regular. Esta situación convierte a estas zonas controladas como un Estado guerrillero, al poseer gobierno, territorio y población, principalmente campesina, bajo su control. El financiamiento de este infra Estad o todavía es motivo de discusión, puesto que la oligarquía colombiana, los acusa de recibir fondos provenientes del narcotráfico, cosa que es negada permanentemente por las FARC y el ELN, sin embargo, parece improbable que sin tener la logística suficiente, puedan incursionar en ese negocio.
El Para Estado colombiano: En ese entonces Colombia comenzaba a producir grandes cantidades de droga, en laboratorios clandestinos, obteniendo la hoja de coca principalmente de Bolivia, país que por razones de seguridad alimentaria, mantiene grandes cantidades de plantaciones de coca, que usa para la alimentación, principalmente de la población indígena desde tiempos inmemoriales. Era necesario entonces, plantar la coca en territorio colombiano, por razones de seguridad y de logística. Es cuando los carteles de la droga en Colombia, acuden al gobernador de Antioquía, para que este inicie, primeramente en su territorio, la operación de desalojo más cruel y despiadada de toda la historia colombiana, porque usaron, métodos aprendidos en la Escuela de las Américas, y también trajeron a entrenadores israelitas, que entrenaron a los primeros para militares en técnicas de asesinatos en masa y tortura, se iniciaba así la más grande violación de los derechos humanos de este continente, comparable con las masacres a los judíos en la segunda guerra mundial y la del pueblo palestino por el Estado de Israel. Millones de campesinos fueron desplazados por las buenas o por las malas, convirtiendo a Colombia en el segundo país del mundo productor de desplazados y a Venezuela en el primer receptor de los mismos a escala mundial. Similar a la crisis de desplazados desde África y que ha convertido al Mediterráneo en una inmensa fosa común, donde reposan miles de desplazados, que no pudiendo llegar a Europa fallecieron ahogados. Esta situación se queda corta ante la inmensidad y crueldad observada en Colombia. Sin embargo las grandes cadenas mediáticas han hecho mutis, oídos sordos, ante semejante magnicidio. Estamos hablando de una cifra superior a los siete millones de desplazados, de los cuales más de seis se encuentran en Venezuela disfrutando de seguridad alimentaria, salud, educación, hasta colombianos de la tercera edad gozan de pensiones.
Un hecho público y notorio ocurrió durante la rueda prensa, ofrecida por los Presidentes de Venezuela y Colombia recientemente, cuando Juan Manuel Santos en ningún momento mencionó la palabra "Paramilitar", en su lugar hablo de bandas de delincuentes, ignorando ex profeso el hecho de la existencia de un Estado Paramilitar, plenamente constituido.
Nace de esta manera el Para Estado Colombiano, del cual Avaro Uribe es su creador y actualmente es la cabeza visible de un Estado que ya tiene un inmenso territorio, dentro del hermano país, con miles de Paracos (Nomenclatura para definir a los Para militares colombianos) que se encargan de imponer su ley a sangre y fuego para desplazar a miles de familias y usar la tierra para el cultivo de la coca principalmente.
El financiamiento de este Estado estaba a manos de la oligarquía colombiana, que se apoderaba de las tierras para la siembra de coca, que ya había adquirido una gran importancia y además el negocio de la producción y distribución de drogas era preponderante en el PIB colombiano. Pero en los actuales momentos, luego de la publicitada desmilitarización de los "Paracos", parte de estos pasaron a una especie de reserva, ocupando nuevos frentes, sobre todo en países vecinos y también usados como mercenarios o contratistas por el imperio norteamericano, en el medio oriente y África. Se calcula que en Colombia se mantienen todavía activos más de quince mil para militares, armados y en labores de amedrentamiento y desplazamiento a los campesinos colombianos y la seguridad de los terrenos ocupados por el narco tráfico.
En la actualidad este Para Estado tiene capacidad de auto financiarse por los negocios que realiza además del desplazamiento, la vacuna que pagan los latifundistas, comerciantes en la zona aledaña a la frontera venezolana, donde se incluye el contrabando de alimentos, el bachaqueo de gasolina, que le ocasiona al Estado venezolano pérdidas por más de diez mil millones de dólares anuales y que ha convertido a Colombia en exportador de gasolina sin tener una sola refinería que produzca ese renglón. Además obtiene fondos por actividades ilícitas como el sicariato, desplazamiento de campesinos en Venezuela, que ya ha causado más de 500 asesinatos, sobre todo en su zona rural, financiado por los latifundistas venezolanos, la trata de blancas, el secuestro y otras tantas.
Últimamente han perfeccionado un sistema para financiar al contrabando que incluye un ataque a la moneda venezolana, con ayuda de la burguesía apátrida venezolana, los tanques pensantes del Norte y la página Web: Dóllar to day, fijan dos precios al Bolívar, uno en Bogotá dado por el Banco central colombiano y otro en la frontera en casas de cambio ilegales, donde se deprecia la moneda venezolana a placer. Este precio es repicado a escala mundial por Dollar to day, el cual sirve de base para la fijación de los precios de los artículos importados a Venezuela, que son aceptados por el comercio venezolano, ocasionando una depreciación incontrolada.
Este Para Estado es dirigido por Álvaro Uribe Vélez y tiene su interrelación con el Estado corrupto de Colombia, quien lo protege y pone a su disposición las cadenas mediáticas de Bogotá, Madrid, EEUU principalmente, en donde se oculta, no solamente el funcionamiento, sino también su propia existencia.
El Estado colonialista Norte americano: Por último en Colombia actúa de manera supra nacional, el Estado colonialista Norte americano, el cual cuenta con siete bases militares en territorio colombiano y dos con ubicación secreta, destinadas al entrenamiento y formación de soldados profesionales, como también se les llama a los paracos.
Este Estado colonialista es el único que cuenta con soberanía e independencia en materia de legislación y economía. Su población constituida por asesores y funcionarios norteamericanos, desconociéndose su número exacto en Colombia. Ellos dictan las políticas económicas que cumple a cabalidad el Estado colombiano, en materia de privatización de empresas, servicio e impuestos, así como el financiamiento internacional y rigen el convenio del ALCA, al cual Colombia le debe la entrega de su soberanía y fiel cumplimiento en un pacto desigual y entreguista.
De tal manera, que el Supra Estado colonialista norteamericano es el verdadero Estado colombiano, que tiene soberanía, en cuanto a la toma de decisiones de todo lo que tenga que ver con el hermano país de Colombia.
Por lo tanto es pertinente la pregunta: ¿Con cuál Estado colombiano estamos tratando para resolver los problemas de la frontera venezolana con Colombia?
Master en Ciencia Política, enfoque Sur, Universidad de la Habana.
