Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
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El Primer Ministro británico, David Cameron, dio un flemático consejo a los jamaiquinos durante su visita oficial a este estado caribeño.
Se le instó a emitir una disculpa formal por el papel histórico de Gran Bretaña en el tráfico transatlántico de esclavos y también a considerar resarcimientos monetarios a los descendientes de esclavos africanos quienes constituyen la mayoría de la población de Jamaica.
No obstante, Cameron no dijo nada acerca de una disculpa británica oficial como tampoco se refirió a las reparaciones económicas. En cambio, sugirió a los isleños a "seguir adelante".
A comienzos de mes Cameron acaparó los titulares de los medios al referirse a una escandalosa biografía no autorizada titulada "Díganme Dave". Comentó a los jamaiquinos que la historia del tráfico de esclavos causó "profundas heridas" y constituyó una práctica "abominable."
Sin embargo, recomendó que esta ex colonia británica debería "seguir adelante y alejarse de este doloroso legado y continuar construyendo para el futuro." No obstante, el ex alumno de Eton y primer ministro conservador del Reino Unido, quiso decir "No Me Digan Dave."
Un vocero de Downing Street agregó que "Existe una posición británica de vieja data en el sentido que nosotros no creemos que las reparaciones sean el enfoque correcto."
La arrogante actitud de Cameron hacia los siglos de práctica esclavista inglesa provocó una tormenta de indignación entre los parlamentarios y activistas jamaiquinos.
El líder de oposición en Jamaica, Andrew Holness, señaló al parlamento en Kingston que "debe haber maneras de resarcir lo que universalmente es considerado como los males del pasado."
El prestigioso intelectual Hilary Beckles que preside la Comisión de Reparaciones, publicó una carta abierta en los medios locales dirigida a Cameron exigiendo que "Ud. nos lo debe a nosotros ya que Ud. viene hasta acá para informarnos sobre el compromiso de una justicia reparadora la cual permitiría a su país cumplir su deber en el saneamiento de este monumental desastre imperial."
También se puntualizó que David Cameron era descendiente de un inglés dueño de esclavos que una vez tuvo una lucrativa hacienda azucarera en la isla caribeña.
En el año 1833 Sir James Duff, un primo lejano de Cameron por el lado paterno, fue compensado por el gobierno inglés por la pérdida de "esclavos de su propiedad" cuando Londres finalmente abolió la esclavitud en Jamaica. La compensación que se le pagó al pariente de Cameron, sería equivalente a tres millones de libras esterlinas (unos cinco millones de dólares) actualmente.
Según la BBC de Londres, alrededor de 46 mil británicos dueños de esclavos fueron resarcidos por el gobierno de Londres durante los años 1800. El total de las "reparaciones" distribuidas por la Tesorería británica por la pérdida de esclavos, actualmente alcanzaría la suma de 17 mil millones de libras esterlinas.
Sin embargo, el pueblo de Jamaica y de varias otras ex colonias esclavas británicas en las denominadas Indias Occidentales, jamás recibió un penique por resarcimiento. El año pasado, los gobiernos de los estados caribeños se unieron para presionar a Gran Bretaña y a otros estados europeos involucrados en el tráfico transatlántico de esclavos, para exigirles una cifra apropiada en compensación monetaria.
Otros países europeos que participaron durante más de dos siglos en el tráfico de esclavos desde África hacia las Américas son Portugal, Francia, España y Holanda. El total de las reparaciones podría alcanzar millones de millones de dólares.
Anteriormente, Gran Bretaña había emitido una disculpa por su rol esclavista, período en el cual 12 millones de personas fueron embarcadas en África Occidental hacia las colonias de las Américas. Igualmente, millones de personas murieron durante la espantosa travesía transatlántica, lo cual ha sido calificado como el Holocausto Africano.
En el año 1999 la ciudad portuaria de Liverpool emitió una disculpa formal a los descendientes de los esclavos. En el año 2007 el Primer Ministro Tony Blair también realizó un resarcimiento verbal.
Actualmente, el líder laborista, Jeremy Corbyn, reaccionando ante la oposición de Cameron sobre el asunto esta semana, dijo que él daría una disculpa si era elegido primer ministro. Corbyn también señaló que traería a colación el tema de las reparaciones financieras si llegaba a Downing Street.
Los observadores estiman que el verdadero motivo de Cameron para eludir el tema de ofrecer una disculpa sería evitar sentar un precedente para los consiguientes reclamos por compensación por parte de las ex colonias caribeñas. Si Cameron dijera "lo siento" eso abriría la vía para reclamos legales lo cual equivaldría a que Gran Bretaña admite su culpabilidad.
También existe un aspecto más amplio en torno a la indiferencia oficial británica sobre la historia de la esclavitud. Este tipificaría cómo el poder establecido y las autoridades, particularmente en el Occidente, reclaman el privilegio de una amnesia histórica selectiva. Cuando se revisa el pasado esto implica un minucioso recuento de las violaciones y los crímenes, luego entonces, los poderes establecidos deciden unilateralmente cerrar el caso que podría investigar su culpabilidad.
La misma arrogante actitud de amnesia selectiva es desplegada en torno a un problema aparentemente no relacionado con la actual crisis siria. El reciente apoyo militar de Rusia y su intervención por cuenta del gobierno sirio para combatir el terrorismo ha sido de plano reprochado por Washington, Londres y París, supuestamente por "exacerbar el conflicto". De manera estupenda, estas mismas potencias deciden ignorar el trasfondo histórico de los últimos cuatro años de su culpabilidad al fomentar la actual crisis siria.
Una vez más, el problema vinculante aquí es cómo, en relación a la historia, ciertas potencias eligen y escogen lo que venga bien a su auto complaciente narrativa.
De este modo, "Dave", el primer ministro británico, cree que tiene derecho de decirles a los descendientes caribeños de la esclavitud británica que tienen que "superarla" y "seguir adelante". Qué conveniente para el establecimiento británico de la monarquía, la industria y los bancos de la City, todos los cuales de manera colectiva construyeron sus actuales riquezas sobre las espaldas de millones de esclavos africanos.
Por otra parte, Cameron estando en Jamaica anunció una iniciativa financiera británica de alrededor de 25 millones de libras esterlinas para la construcción de una nueva cárcel en la isla caribeña.
Se informó que existen unos 600 jamaiquinos actualmente en cárceles británicas. El gobierno conservador está planeando enviar esos reos de regreso a Jamaica. Por lo tanto, "el paquete" de 25 millones de libras esterlinas de la tesorería británica vendría a endulzar la repatriación de reos y a reducir un tanto el problema de la sobrepoblación en las cárceles británicas.
Y a propósito de la grosera biografía sobre los días de libertinaje de Cameron mientras estuvo en las universidades de Eton y Oxford, el autor, Lord Ashcroft, disgustado y conservador ricachón, sostiene que el joven Dave disfrutó de una ceremonia de iniciación como estudiante que ingresa a uno de los clubes elitistas. Se dice que el ritual en cuestión consistió en introducir parte de su anatomía en la boca de un puerco muerto.
La arrogante actitud de Cameron en torno al tráfico de esclavos cometido por Gran Bretaña en Jamaica, sugiere que la inclinación del primer ministro británico por la introducción de cosas, aun sigue activa.
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