Los resultados siembran sospechas.
¿Cómo es que todas las encuestas, incluso las patrocinadas por medios de la derecha franquista daban, sí, ganador al PP pero con alrededor de 115 escanos y ponían a la coalición de izquierda Unidos-Podemos sobre los 95 diputados en el segundo lugar y al Psoe como tercera fuerza, con la llave para formar gobierno pero en una situación de tener que aceptar la alianza con la izquierda y no con el franquismo?
¿Cómo es que las exit poll o encuestas a boca de urna, del propio domingo daban los mismos resultados que las encuestas preveían?
Algo podrido huele en el Reino de España.
Los resultados aceptados de ayer ponen el PP en una situación muy ventajosa. Es sorprendente que la coalición de izquierda se haya descalabrado el propio domingo, sin atención a lo que las encuestas a boca de urna vislumbraban.
Unidos-Podemos no llegan segundos, sino terceros, y además, el PP recupera terreno…Resultados muy difíciles de creer.
Aparte de los vicios del diseño electoral español que favorece desde luego al bipartidismo PP-Psoe y a los pequeños partiditos nacionalistas (pero claro, siempre y cuando sean los de derecha), el voto es MANUAL.
Es decir, existen todas las posibilidades que el sistema cuartorrepublicano le daba aquí al bipartidismo de derecha AD-Copei, con más favores hacia AD, o que le da al sistema bipartidista norteamericano, con cierta ventaja para los republicanos.
Desde la matazón de votos en las actas, hasta cualquier otra cosa de esas que el sistema electrónico logró eliminar en Venezuela, uno de los siete (7) países del mundo donde el voto es totalmente automatizado.
El de Venezuela además es reconocido como el mejor sistema electoral del mundo, en cuanto a forma de votación, aunque no libre de posibles interferencias (hackeos) y con posibles defectos en el diseño y la representación proporcional. De esto, el sistema español tiene los defectos, pero no las virtudes.
Pero en España repito, se levantan sospechas, porque NO eran, de ninguna manera, ni siquiera de lejos, los resultados que la propia derecha admitía esperar.
La izquierda, sin embargo, ya no ha tenido más remedio que aceptar y esperar, buscar ya otro escenario, porque en el sistema electoral y de justicia español no hay mucho derecho a cuestionar ni a protestar.
A Unidos Podemos ya lo han mudado de escenario.