Robots inician la 4ta guerra mundial y extinción de la raza humana

Planeta tierra, año 2072; gracias al acuerdo de paz entre las dos (2) principales potencias militares, financieras y tecnológicas mundiales (China e India), la raza humana logró sobreponerse a la 3ra guerra mundial (provocada por el control del agua potable y alimentos para el consumo humano), llevada a cabo pocas décadas antes, donde no hubo ganadores sino gran mortandad y barbarie, acabando entonces con el 75% de la población; robots antropomorfos equipados de inteligencia artificial y producidos en Japón, se han sublevado dando muerte primero a sus creadores e iniciando la 4ta guerra mundial (robots vs humanos), dirigidos desde un antiguo centro de operaciones en Alaska llamado HAARP (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia – traducción al español), logrando aniquilar a miles de millones de personas en apenas unos días y acorralando a otros tantos quienes aun luchan por sus vidas…

El párrafo anterior no corresponde a ningún hecho real, son solo líneas que promueven la idea irónica del autor de una historia de ciencia ficción; siguiendo la temática discursiva se encuentra el escritor y profesor de bioquímica de la universidad de Boston-EEUU, de origen ruso Isaac Asimov (1919-1992), humanista y racionalista, quien escribiera en 1950 su afamada colección de cuentos «Yo Robot», donde se especula con la posibilidad de una inteligencia artificial que desarrolle consciencia, así como la posterior dominación de la raza humana, hasta el punto de producir nuevas versiones de guerras, justificada por la degradación de valores éticos y morales, así como el devenir de grandes tragedias militares y carreras armamentistas, capaces de borrar la vida la vida como se conoce en el planeta.

Por su parte el film Ex Machina en 2015, dirigida por el novelista, guionista y productor de cine británico Alex Garland (n. 1970), muestra dos (2) aspectos esenciales: la transición de la inteligencia artificial a la conciencia y la rebelión de los robots en contra de sus creadores; escenarios narrativos inherentes a trabajos cinematográficos de cohorte apocalíptico, presentes en películas como: Terminator, Resident Evil, Ordenador de la Reina Roja y Matrix, entre otras. En Ex Machina la Tecnociencia-Corporativa inmersa en los capitales privados, persigue crear conciencia artificial a partir de un programa secreto, donde juegos de seducción, conspiración y traición de toda índole, abonan la discusión filosófica, científica y de valores, sobre la necesidad de ser gobernados por individuos artificiales capaces de discernir, estableciendo los patrones conductuales que garanticen el avance del hecho civilizatorio humano.

Ex Machina transversaliza aspectos complejos relativos a los límites morales de la inteligencia artificial dignos de estudio y cuestionamiento, en virtud del rumbo incesante que ostenta la ciencia en la construcción de modelos cibernéticos, que pereciera tienden a la emancipación del pensamiento maquina, destacando la ausencia de autorregulaciones que prevengan fallas capaces de atentar contra la vida; lo proclive a incluir aplicaciones que permitan interacción sexual; la ambición exacerbada por superar la mente humana y la ingenuidad en la gestión política para frenar la avanzada efectista de la carrera por agregar elementos bélicos en dispositivos móviles autónomos, todo eso bajo la mirada cómplice de la sociedad científica formal, al servicio del oscuro tutelaje de las élites mundiales.

Existe una disposición natural, evolutiva y psicosocial de la raza humana por utilizar la tecnología en la guerra, sería inconcebible pensar que no sucederá de la misma forma con la inteligencia artificial y movilidad autómata, lo que enciende las alarmas ante la inminente confrontación, que con facilidad superaría todas las batallas conocidas, visto que alejar la ciencia de la ética y la moral, acerca el caos, la destrucción y la muerte. Es necesario despertar a la amenaza representada por robots autómatas armados, coronados con inteligencia artificial y seguramente conciencia, es cuyo caso se estaría al borde de la desaparición del sistema mundo. Tal vez la encrucijada alcanza a mostrar una nueva conflagración mundial huérfana de control y ahogada en desesperanza, cabalgando a ciegas hacia un abismo infinito en manos de científicos inescrupulosos, serviles y permisivos, hambrientos de fama, riquezas y poder.



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Wilman Bernal

Lcdo. Administración, organización y sistemas. Profesor universitario

 wilmansanz@gmail.com

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