Estados Unidos tiene presidente

Con profunda sorpresa, después de cuatro días de dimes y diretes, injurias, mentiras y amenazas de agresiones, podemos captar, con suma evidencia, que el sistema de elecciones, en el país más poderoso del mundo, es caduco, se presta para trampas y no tienen ética para pretender dar lecciones a otros países, sobre cómo deben elegir a sus gobernantes.

La querella generada, nos ha permitido entender que el presidente de Estados Unidos no es elegido por el pueblo; descubrimos que lo señalado por Abraham Lincoln, al definir la democracia como: "El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo", es pura estafa. El presidente es elegido, según el artículo 2° de la Constitución de EUA, por un numero de compromisarios, quienes son los que van a conformar los llamados colegios electorales, lo que implica un número igual a la cantidad de diputados y senadores que son electos, es decir 100 senadores y 438 diputados, para un total de 538: Quien gane en votos el estado se lleva todos los delegados de ese estado, de modo que el que saque más de 269 delegados al colegio electoral es elegido presidente.

Importante destacar que un candidato puede tener mayor número de votos populares, pero ello no implica que sea electo presidente. Lo vimos en el caso Trump quien sacó menos de 2.8 millones votos que Hilary Clinton, pero llegó a presidente, tenía 304 miembros de los colegios electorales y la Hilary solo 227.

¿Cómo resolver esto?, debemos entender que es un sistema electoral indirecto, donde lo importante es ganar los colegios electorales, quien gana en un estado, sin importar la diferencia, se lleva todos los compromisarios. Con el agravante, que cada estado tiene normas diferentes para elegir, diferentes maneras de votar. Esto implica, siendo demócratas, que este sistema debe ser modificado. Sin duda, llegara el momento en que el valeroso pueblo estadounidense se una y llame a una Asamblea Nacional Constituyente, donde se redacte una nueva Constitución, y pueda el pueblo, por votación universal, directa y secreta elegir a su presidente.

Ahora bien, en el 2016 siendo elegido Donald Trump presidente, alguna gente en América Latina, así como en otras partes del mundo, llegaron a pensar en la posibilidad de un cambio para mejorar las relaciones entre ese hegemón y sus aliados, pero todo fue una ilusión.

Trump ha asumido durante sus cuatro años de mandato, una conducta de gerente, de pendenciero, de hotelero, no ha sido un presidente. En especial, su postura contra Cuba, Nicaragua y Venezuela ha sido un desastre; el acabose fue en 2019 cuando, su hija Ivanka realizó negocios, sobre el Estado Plurinacional de Bolivia, con la derecha, donde se planteó el desconocimiento del triunfo de Evo Morales, ella había negociado controlar una empresa de litio, mineral importante para las pilas de autos. Para ello era necesario acabar con el indio Evo Morales y su gobierno, que venía teniendo un crecimiento económico. Sin duda un "mal ejemplo" para los países americanos.

Además, tiene en su expediente la muerte de Qasem Soleimani comandante de la 2da división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria islámica; el silencio cómplice de los crímenes cometido contra el pueblo palestino, por el gobierno del sionista Netanyahu y, continúa asumiendo una postura criminal contra Siria.

Con respecto a Venezuela, se alió con lo más nefasto y absurdo de la política: con el insidioso Leopoldo López y sus secuaces, llegando al extremo de recibir a White dog, apoyando su payasada de pretender ser presidente, vía autoproclamación, algo solo visto en televisión, aceptado entre payasos y estafadores. El plan había sido determinado en función de golpear a Venezuela y su empresa, de ahí la facilidad con que se apropiaron de CITGO; contando con una Asamblea Nacional genuflexa, de unos diputados traidores a la patria, y de este presidente de facto que se caracteriza por contar con millones de dólares como pago por sus debilidades y traición.

La patria de Bolívar viene sufriendo el cerco económico, las acusaciones de país narcotraficante, de violador de derechos humanos, de llamar dictador al presidente Maduro, sin fundamento alguno; tienen como plan único, como plan trazado destruir al país; tal como lo hicieron con Granada, con Panamá y con todos los países que no se arrodillen ante sus dictámenes. Trump ha sido implacable contra Venezuela, contra la política desarrollada por el presidente Maduro. Para realizar toda esta turbulenta agresión ha contado con direcciones de las Naciones Unidas, el FMI y el BM, con la OEA y su servil secretario Almagro, lo que ha permitido que gobiernos de estafadores, de varios países, apoyen esta nefasta agresión contra el pueblo de Venezuela.

Apoyar a Duque, un secuaz del narcotraficante Uribe Vélez, llegando al extremo de declarar que Colombia realiza una lucha contra las drogas, sabiendo que el 70% de la cocaína del mundo se genera en ese país, es realmente de negociantes sin escrúpulos. Entendamos, tras cuatro décadas de combatir el narcotráfico, Colombia es el principal productor de cocaína mundial y Estados Unidos, el primer consumidor.

En fin, negociar con sujetos sin principios como Ledezma, Tintori, Borges, Machado, Leopoldo, Capriles, Ramos Allup, Guevara y esos traidores a la patria, demuestra que Trump desconoce la realidad de Venezuela. Sus asesores, en especial Bolton, Pence, O´Brien, Pompeo, Marcos Rubio y el exembajador Brownfield, le hicieron ver una realidad que es totalmente falsa. Destacamos lo absurdo que ha sido contra la pandemia que sacude al mundo, el coronavirus, llegando a señalar que era una tontería; observamos hoy que Estados Unidos tiene más de diez millones de infectados y más de 240 mil muertos, debido a la mala política que han implementado allí contra el coronavirus. Esgrimir que los países del sur del mundo son un "shithole", o manejar la idea que un tifón se puede controlar con armas nucleares o que se puede curar el Covid-19 con lejía, es típico de un perverso, de un sujeto enfermo.

Continuar con 750 bases militares y más de 300 mil soldados en todo el mundo, amenazando países y líderes que se rebelan; apoyar el Ku Klux Klan y los nazievangelicos de la casa blanca, alabar policías que matan negros e hispanos, arrebatar niños de sus madres para encerrarlos en jaulas, realmente nos lleva determinar que hablamos de una bestia ignorante.

Estas posturas le fueron creando, mayores enemigos, por eso mucha gente en Venezuela quería y deseaba que fuera derrotado. Es lo que acaba de acontecer: Joseph Biden es el nuevo presidente de EUA con más de 290 compromisarios.

Muchos de nosotros estamos claros que este triunfo ha golpeado lo nefasto de la oposición en Venezuela; ha estremecido gobiernos rapaces como el de Duque en Colombia, Piñeira en Chile y Bolsonaro en Brasil. Debe hacer reflexionar a varios países en Europa los cuales han apoyado con su negligencia la nefasta política trazada por el hombre naranja.

Sin embargo, estamos claros que el triunfo, aún en discusión, de Joe Biden, no es muy grato para nuestro país. Sabemos de sus agresiones, son muchos años operando en Estados Unidos, 36 como senador y 8 como vice presidente de Obama. En su larga vida política ha apoyado las agresiones cometidas por el poder imperial, apoyando la invasión a Irak, el crimen cometido contra Libia. Es redactor de la ley de Justicia Penal de 1994, aprobada en el primer gobierno de Clinton, por medio de la cual fueron encarcelados cientos de ciudadanos, en especial población negra y latina. Además, responsable directo del decreto que declara a Venezuela como amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de los Estados Unidos.

Biden será a sus 78 años, el 46vo presidente, el más viejo en la historia de Estados Unidos, presenta graves problemas de salud y se le olvidan las cosas, solo deseamos que en su maldad existan algunos rasgos de virtud y entienda que la política llevada a cabo por Trump contra Venezuela ha sido nefasta y tenga tiempo de reflexionar.

Como vemos Estados Unidos tiene un nuevo presidente, pero los vientos negativos soplan contra él, lo único positivo de esta elección, es que fue electa Vice Presidenta Kamala Harris, primera mujer en alcanzar esta responsabilidad, abogada de prestigio, con 56 años de edad, con un padre oriundo de Jamaica y madre india tamil.

Creo que este presidente durará pocos años en el poder, este marcado por la edad y por la 'Maldición de Tecumsé', que establece que quien gane las elecciones en un año terminado en cero morirá en el cargo. William Henry Harrison murió de neumonía en 1840, Abraham Lincoln (1860), James Garfield (1880), William McKinley (1900), Warren Harding (1920), Franklin Delano Roosevelt (1940) y John F. Kennedy (1960).; de modo que quien realmente asumirá el control de los Estados Unidos, será esta mujer que ya hace historia, al convertirse en la primera mujer en ser vice presidenta. Su cosmovisión de la vida es más amplia, más segura, tiene formación, entiende lo que acontece en América, es decir sabe que hay 35 países y que hay uno que se llama Venezuela que tiene y debe ser respetado.

Confío en que esta mujer resultará mejor que todos esos nefastos presidentes que han gobernado ese poderoso país. Esperemos, aguantemos unos años, Venezuela no está sola y muchos amigos comienzan a aparecer, sin duda un nuevo rumbo, un nuevo amanecer se vislumbra para Venezuela. Sí, estamos convencidos, Estados Unidos tiene un nuevo presidente: Kamala Harris.



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Asdrubal F. Márquez C.


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