La elección de Petro creó una ola de entusiasmo en toda América Latina. Por primera vez la izquierda pasó a tomar el gobierno desplazando a los partidos tradicionales: el uribismo y los liberales. También significó cerrar el paso al Estado uribista que el presidente Santos representaba, un régimen de la gran oligarquía terrateniente, íntimamente ligado a los grupos de autodefensa, paramilitares que hacían parte de una política de terrorismo de estado. Un ex miembro de la guerrilla militar del M19, curtido en las acciones militantes y de formación marxista, se hacía con la presidencia.
Este resultado electoral victorioso fue producto de las grandes jornadas de movilización, que fueron de hecho una rebelión inconclusa, que logró una victoria contra la reforma de los impuestos del ex presidente Duque. Decimos "inconcluso" porque las huelgas y movilizaciones indígenas y populares continuaron posteriormente contra su gobierno y su represión. Sin embargo, éste logró impedir su caída gracias a la intensa represión, el desgaste de la propia movilización y la ausencia de una dirección que construyera una alternativa de poder.
La victoria de la candidatura de izquierda representada por Gustavo Petro (Pacto Histórico) e Francia Márquez (Soy Porque Somos), una líder indígena y negra del Valle del Cauca, en las elecciones del 19 de junio pasado solo se puede explicar por la acción precedente de los trabajadores y el pueblo joven e indígenas movilizados.
Como ocurrió en la gran mayoría de las elecciones registradas en América Latina (salvo México), el gobierno triunfante no tuvo mayoría parlamentaria. Es así que, asumido el poder, Petros llamó a la "unidad nacional por la paz", pactó con el Partido Liberal de Gaviria y formó un gabinete que se llamó de concertación nacional. De todas maneras, con ese gabinete fue más allá que lo que el gobierno de Lula o Boric hicieron con sus alianzas. Desplazó unos 70 generales y mandos militares, y consiguió a los pocos días de asumir votar una reforma impositiva progresiva con la cual se tasaron grandes fortunas.
Petro y su "balconazo"
Después de nueve meses de gobierno de concertación con el Partido Liberal, en el cual no se pudo llevar adelante la reforma de la salud, otras reformas sociales y la reforma agraria para asentar los ex combatientes y los sectores sin tierra, Petros decide un fuerte cambio en el gabinete ministerial rompiendo de hecho el pacto con el Partido Liberal. Reemplaza gran parte del gabinete nombrando a ministros afines o miembros de su partido. El 14 de febrero ya lo había anunciado ante el Congreso cuando dijo que lo haría si no se sacaban adelante las reformas sociales (las de salud, laboral y pensiones)
El primero de mayo hace lo que se ha llamado el "balconazo". (el "azo" nació precisamente en Bogotá en 1948, cuando ocurrió el Bogotazo, una rebelión popular luego de la muerte por la derecha conservadora del líder popular Gaitán). En su discurso en el día Internacional de los trabajadores Petro hizo un discurso bastante contundente:
"El pueblo no puede dormirse. No basta con ganar en las urnas, el cambio social implica una lucha permanente y la lucha permanente se da con un pueblo movilizado y al frente de ese pueblo movilizado tiene que estar la juventud, el pueblo trabajador, la clase obrera. El intento de coartar las reformas puede llevar a una revolución".
Eso, según Petro, sería una pérdida de tiempo, por lo que dijo que espera del pueblo trabajador que luche. "No iremos ni un metro más allá de donde el pueblo no quiera. Tampoco iremos un metro menos de donde el pueblo quiera. Llegaremos hasta donde las decisiones populares quieran. E insistió en que el gobierno necesita del poder popular. "Me pregunto si ha llegado la hora de que el pueblo trabajador tome decisiones, ya no que simplemente proteste, sino que se decida a gobernar, un gobierno que tiene que ser de mayorías, de un pueblo movilizado". Refiriéndose a la Reforma Agraria, Petro dijo que "el sector de los privilegiados no nos ofrece voluntariamente la tierra", por lo que el gobierno tiene que ir por la tierra si no se la ofrecen.
Por su parte, su vice Francia Márquez habló en el mismo sentido ese día en Cali:
"Hoy ustedes (en este 1.º de mayo), el pueblo colombiano les demostró quién manda en este país. Manda el pueblo colombiano, manda el campesinado colombiano, mandan los afrodescendientes, campesinos, manda la juventud, la juventud caleña y que no me da miedo decir aquí que viva la ‘primera línea".
¿Hasta dónde va a llegar Petro en Colombia?
Las palabras son parte importante de la política porque abren un horizonte; en concreto, Petro en su discurso hace un llamado al pueblo y a los trabajadores. Si bien las palabras dicen mucho y tienen su significado, no son iguales a los hechos, que son producto de lo que se dice y también de lo que se hace. Pero es evidente que con ese discurso Petro se desmarca de la cúpula del viejo Partido Liberal y busca nuevos horizontes.
Es también para la gente brasileña un ejemplo que contrasta como la noche al día con lo que Lula está haciendo en Brasil. ¿Hasta adonde llega? No lo sabemos. En su mismo discurso Petro dijo que no está extraño al diálogo y a una concertación, aunque es evidente que la intenta hacer en un nuevo plano con un gobierno en el cual el Pacto Histórico tiene la hegemonía en los ministerios. Dependerá de qué relación se establezca entre el gobierno y el movimiento de masas, de un lado, y de la fuerza con la que la derecha reacciona, de otro. Y la pregunta del millón es si luego de este discurso se establece una forma de poder popular, es decir, si se crean organismos en donde se discuta cómo llevar adelante esas reformas y si Petro y Márquez las alientan.
Manteniendo la independencia organizativa del gobierno, nos parece que ése es el camino en el que la izquierda y los sectores surgidos de la movilización de 2021 deberían orientarse. Impulsar nuevos organismos de poder obrero y popular que apoyen a las reformas, en un proceso que puede prolongarse en el tiempo. Desde ya ésta es una mirada desde lejos. Lo que es muy necesario es establecer un diálogo entre la vanguardia anticapitalista latinoamericana y la colombiana para no dejar pasar este momento y decidir cómo se actúa para ayudar a hacer avanzar el proceso hacia una ruptura con la alta burguesía dominante del poder económico. Dependerá mucho de que la fuerza mostrada en las calles en 2021 vuelva a despertarse y se organice para que se lleven adelante estas reformas y se cruce El Rubicón.
05/05/2023
Pedro Fuentes es militante del PSOL (Brasil)
