A los 80 años del nacimiento de Camilo Torres, sacerdote y revolucionario colombiano

Los trabajadores de la Biblioteca Nacional de Venezuela están organizando un homenaje a Camilo Torres a 80 años de su nacimiento. Para los efectos se están preparando las conferencias sobre la vida y obra de Camilo Torres Restrepo, la Teología de la Liberación y un diaporama (audiovisual con fotografías, carteles, textos y música) titulado "El fusil y el evangelio en las manos de Camilo", además de ello una exposición. Se espera realizar este homenaje en el Foro Libertador, sede de la Biblioteca Nacional el 3 de febrero de este año, por lo que hacemos una invitación pública a todos los que deseen profundizar acerca de las ideas, las obras y las acciones de este mártir latinoamericano.

Camilo Torres: el joven colombiano, nacido en Bogotá el 3 de febrero de 1929, inició estudios de Derecho en Bogotá y con gran convicción los abandona para dedicarse a la formación eclesiástica, ordenándose sacerdote en el año 1954, sale de Colombia con su sotana rumbo a Europa, no a predicar el evangelio, sino para hacerse científico social, vinculándose en esas tierras con los movimientos sindicales, religiosos y cooperativistas, con la resistencia argelina y presenta como tesis de grado en la Universidad de Lovaina un estudio sobre la realidad de la pobreza de su natal Bogotá, de la que egresa en el año 1958 con el título Sociólogo.

Regresa a Colombia como Capellán de la Universidad Nacional, iniciándose allí los estudios de Sociología. Su condición de humanista, de científico social, de cristiano, de conocedor de la realidad histórica y contemporánea de su país, sumado a su condición natural de conductor de masas, le lleva a incorporarse a la vida política de su país para romper la situación de hambre, insalubridad, injusticias y enquistamiento de la oligarquía en el gobierno por mas de cien años. Por ello en 1965 crea el Frente Unido, contraparte popular del Frente Nacional que constituyeron los Liberales y los Conservadores para alternarse en el poder.

Pero ello no fue suficiente y se vio en el deber de incorporarse a la lucha armada en el mismo año de 1965, prometiendo abandonarla cuando el pueblo tuviese efectivamente el poder, cosa que no ocurrió. La muerte le sorprende el 15 de febrero de 1966 en la montaña lejos de la iglesia y muy cerca del pueblo que amó y por el que ofrendó su vida. Como al Che, su cuerpo se ocultó, más no su imagen en el lecho de muerto que recuerda a Jesucristo al pie de la Cruz.

Wolfgang R. Vicent V.
wolfgangvicent@gmail.com



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