Necesitamos un fuerte nacionalismo latinoamericano para derrotar, uniendo fuerzas, al imperialismo norteamericano y a sus socios que pretenden seguir explotando a nuestros países por separado.
Hasta hace 5 siglos, el territorio peruano, entonces el Tawantisuyo, tenía un desarrollo independiente de otros continentes. Pero con el descubrimiento de América por Cristóbal Colón; invasión y conquista de Francisco Pizarro a partir de la muerte de Atahualpa, la vida económica política, social y cultural del Perú, dejó de ser autónoma para siempre. Desde entonces el mundo está globalizado y el Perú está en el Mundo. Si queremos entender el Perú, debemos verlo en ese cuadro internacional, donde los más lejanos países interfieren en nosotros y también nosotros aportamos a la economía, cultura y a la vida social de otros países:
1. Quién quiera entender al Perú como una nación solitaria e independiente, entenderá muy poco del Perú, empezando por la Economía. Cuando hacemos cualquier operación de compra-venta y utilizamos monedas estamos haciendo una operación, que inventaron posiblemente los asirios y caldeos, en Asia menor, hace miles de años. Cuando hablamos de derechos humanos: “Todos los hombres son iguales ante la ley”, estamos hablando de derechos consagrados en 1879, en Francia, no en el Perú. Cuando hablamos de la servidumbre, nos estamos haciendo alusión a formas de explotación del campesino, en la Edad Media , en Europa. Cuando nos referimos al Imperio de los Incas, estamos aludiendo al modelo del imperio romano, donde el Cusco era la Roma del Incario. Cuando saludamos, lo hacemos en un idioma creado en una región de España llamada Castilla. Las imágenes principales de los templos católicos de nuestras ciudades son de Jesús de Nazaret y su madre María ambos judíos israelitas que ni se imaginaban la existencia del Perú. El idioma dominante es el idioma español, la religión dominante es una religión de Asia Menor. La cultura dominante tuvo su origen en Grecia; la economía dominante hasta hoy nació en España e Inglaterra, y cuando decimos que millones de habitantes de la sierra son indios, los nombramos, por una equivoca de Cristóbal Colon, con el nombre de los habitantes de lo que se conoce como India. Nosotros no inventamos ni los cubiertos con que comemos, ni el carro en que viajamos, ni el sistema capitalista que domina nuestra economía.
2. Los peruanos también aportamos cosas importantes a la economía global. La papa y muchos alimentos son comida diaria en cinco continentes. Lo que es el Perú, Bolivia y México, con su oro y su plata aceleraron el desarrollo del capitalismo Europeo. A partir del descubrimiento de América se globalizó por primera vez la economía mundial. Con la Conquista llegó a América el capitalismo imperialista, y lo que son ahora los países de América, se convirtieron en colonias, con economías y culturas dependientes, sobre todo de España y Portugal desde 1500, hace 5 siglos. Y, aunque América ni en particular El Perú es exactamente colonia, en la economía capitalista globalizada, sigue siendo junto con otros países de América, una semicolonia.
Después de la conquista de América, la economía capitalista se globalizó por primera vez. Podemos llamar primera globalización, para diferenciarla de la globalización de fines del siglo XX y actual. Esta primera globalización dividió al Mundo conocido en dos grandes grupos desde el punto de vista económico-social. Por una parte, los países dominantes, imperialistas, como Inglaterra, Francia, Alemania y, después de la Segunda guerra mundial, Los Estados Unidos. Todos, industriales y altamente desarrollados. Y países coloniales, semicoloniales o dependientes, en mayor o menor grado, como países de Asia, África y América, explotados en sus riquezas naturales y en sus trabajadores y habitantes en general, por los países imperialistas.
En este cuadro el imperio Azteca (Hoy México). El Imperio Incaico (Hoy Perú, Bolivia, Ecuador parte de Argentina, Chile y Colombia, todos los demás como Venezuela y Brasil, Paraguay y Uruguay, pasaron a ser explotados, como colonias, por España y Portugal. Eso quiere decir que fueron gobernados directamente por virreyes o autoridades del imperio. Así quedaron Venezuela, Argentina, el Perú, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Chile. Todos estos países fueron igualmente explotados.
Formalmente, nuestros países fueron parte del Imperio español y portugués, pero en la práctica eran colonias explotadas, limitados sus habitantes política y económicamente. Después de cuatro siglos de colonia, los hijos de los españoles, que tenían derechos económicos y recortados, no podían comerciar libremente con otros países ni dirigir políticamente a sus pueblos. Las colonias más desarrolladas y que sentían más urgentemente la necesidad de romper las trabas con España fueron Argentina y Venezuela; más precisamente Caracas y Buenos Aires, ciudades que dan al Atlántico y ya comerciaban con Europa por intermedio de los piratas ingleses, y tenían urgencia de hacerlo directamente, para lo cual tenían que liberarse de España. Por eso, las dos corrientes iniciales y principales vienen una del Sur con San Martín de Argentina y otra del Norte con Bolívar, desde Venezuela.
Todos los criollos necesitan en su mayoría liberarse de España, pero el control era muy fuerte, en cada país. En Argentina, la independencia encontró un muro en las tropas españolas que venían del Perú y del Alto Perú (Bolivia) y no podían pasar, inclusive fueron varias veces derrotadas. San Martín calculó que no podían asegurar la independencia si no derrotaban al imperio español en su centro más importante Perú. Y que era necesario una lucha común de argentinos, uruguayos, chilenos y peruanos, o sea, americanizar la lucha por la liberación de España.
En Venezuela pasó algo parecido. La lucha solo de los venezolanos no alcanzaba para derrotar al imperialismo español y casi fueron derrotados. Felizmente Bolívar entendió que la lucha tenía que ser más amplia, abarcar además toda Colombia, Ecuador, y terminar en Perú, el bastión español más fuerte y conservador. Haití, que ya se había independizado ayudó a Bolívar. Con una visión necesariamente americanista, para asegurar la independencia de España. La conciencia de la necesidad de liberarse hizo renacer la conciencia de un nacionalismo latinoamericano, que tenía como límites prácticamente toda la América que era colonia de España. Esto generó el término Patria grande que era América y patrias chicas, alrededor de los centros más desarrollados. Por eso El general La Mar que luchó en Ayacucho fue presidente del Perú y era Ecuatoriano. El general Santa Cruz que fue Boliviano. San Martín Argentino, y Sucre, que dirigió la Batalla de Ayacucho, Colombiano. Todos eran patriotas de la Patria grande.
Pero en cuanto nos liberamos de España, otro imperialismo en ascenso: Inglaterra, se empezó a apoderar económicamente de nuestros países, reemplazando a España. El imperialismo inglés se extendió a África y a todos los continentes, era un imperialismo más moderno y más poderoso que el Español. Pero pasó una desgracia: Los ricos de cada país, los criollos, que habían heredado las riquezas de sus antepasados españoles, se apoderaron de las nuevas riquezas, siguieron explotando al pueblo, después de guerras fronterizas, donde unos arrancaron pedazos de frontera a los otros, hicieron de cada país su hacienda para explotar. Los países se convirtieron en enemigos de sus países limítrofes. Los nuevos ricos mataron el nacionalismo latinoamericano y dieron nacimiento al “nacionalismo nacional” limitado a sus fronteras, producto de la desintegración de las colonias españolas. Surgieron tantos nacionalismos como países habían, todos recelosos unos de otros. Estos nacionalistas ya no enfrentaron la nueva colonización inglesa, heredera de las española. Al contrario, se convirtieron en socios de Inglaterra, el nuevo imperialismo mundial. La clase capitalista ya no peleó contra el nuevo imperialismo; al contrario se hicieron servidores y socios para explotar mejor a cada uno de sus pueblos. Y así, también mataron el nacionalismo continental de San Martín y Bolívar y abrieron paso a la nueva colonización de América Latina por parte de los ingleses. En Argentina le entregaron el trigo y la carne, en Bolivia la gran riqueza de Estaño y otros minerales, En el Perú, el guano y el salitre, y así en cada país. Pasamos a ser una semicolonia, porque aunque la gobernaran peruanos de nacimiento, lo hacían al servicio de Inglaterra. Esto duró más o menos hasta 1920, cuando los Estados Unidos, el imperialismo emergente, empezó a echar a los ingleses y a apoderarse de las principales riquezas de cada uno de nuestros países, tarea que terminó después de la Segunda guerra mundial.
Después de la Segunda guerra mundial, acompañando a luchas de liberación colonial en todo el mundo, surgieron algunos intentos serios de independizar a nuestros países del dominio norteamericano, y surgieron gobiernos nacionalistas que se apoyaban en la clase media y también en los trabajadores y sectores populares. Este nuevo tipo de nacionalismo popular fue encabezado por el peronismo del año 45 al 55, en Argentina. Por el MNR de Bolivia en los años 52 al 55 aproximadamente. Después, con el impulso continental de la Revolución Castrista , por Allende, en Chile, incluso, por el gobierno del general Juan Velasco en el Perú. Todos estos nacionalismos fueron nacionalismos de cada país, por separado, y por separado, uno a uno, el imperialismo norteamericano, el nuevo explotador de nuestros países, los derrotó. Fueron derrotados porque no pretendieron en ningún momento recuperar el nacionalismo continental y por eso fueron derrotados todos.
La alternativa guerrillera o de lucha armada. A partir de la Revolución cubana, impulsada por ella, se iniciaron casi en todos nuestros países, Perú, Brasil, Venezuela, Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Bolivia, movimientos guerrilleros, que partían de la concepción que bastaba un foco de jóvenes armados para iniciar la Revolución , en el momento que ellos vieran conveniente, puesto que había explotación, y las condiciones objetivas estaban maduras. Bastaba con llamar al pueblo y este acudiría en apoyo a la guerrilla. Era esta táctica una caricatura de la guerrilla cubana, que triunfó porque empezó contra una dictadura brutal y corrupta y tuvo el apoyo y la simpatía incluso de sectores burgueses cubanos y norteamericanos. En el Perú y en otros países la guerrilla quedó aislada y terminó derrotada, inclusive en Bolivia, dirigida por el mismísimo Che Guevara. Años después, una variante fue SL, que también fracasó. Podemos generalizar diciendo que los movimientos de lucha armada, honestamente revolucionarios fracasaron, porque no fueron de masas sino de vanguardia.
Después que los movimientos guerrilleros de Vanguardia y los movimientos nacionalistas, limitados a sus países como el peronismo y Velazco en el Perú, sobrevino la imposición de dictaduras neoliberales y de gobiernos democráticos neoliberales. Surgieron gobiernos dictatoriales, militares o no, pero neoliberales, que apoyados por Norteamérica impusieron dictaduras sangrientas como las de Pinochet o Videla o gobiernos corruptos como los de Menen en Argentina y Fujimori en el Perú, -que apoyándose también en la crisis y caída de los gobiernos estalinistas de Europa, entre ellos de Rusia- nos hicieron entrar con todo en el neoliberalismo neocolonial, sujeto a Estados Unidos, y de los cuales algunos países como Venezuela, Bolivia y ecuador, logrando solidarizarse entre ellos, están haciendo esfuerzos gigantescos por salir.
Hoy, el surgimiento de gobiernos nacionalistas, que se apoyan en el movimiento de masas, luchan más unitariamente contra el imperialismo, rompen la hegemonía política y aún económica en algunos países de Latinoamérica y empiezan a recuperar la concepción de una lucha de independencia a nivel latinoamericano. Renace el concepto de la patria grande, de la solidaridad de los pueblos latinoamericanos, la necesidad de unirse para derrotar al imperialismo actual, el norteamericano y sus socios. Venezuela, Bolivia, Ecuador son la vanguardia de esta nueva situación, recuperan la visión americanista de Bolívar y San Martín, empiezan a recuperar parte de la independencia perdida, ya los Estados Unidos no los maneja como a otros gobiernos títeres, se solidarizan con las luchas de los pueblos de otros países. Y, por eso mismo, empiezan a conmover toda América Latina, a lograr simpatía de otros pueblos y por lo mismo, son el centro de los ataques del imperialismo y de toda la prensa empresarial dominante de nuestros países. El más odiado es Chávez, le sigue Evo Morales y se considera que Correa puede ser quizá ganado. Los gobiernos de democracia ejemplar son los del Perú, Colombia y Chile, ortodoxos liberales y amigos de EE.UU.
Intentemos un resumen y algunas conclusiones:
a) A partir del descubrimiento, invasión y conquista de América por los Españoles, la economía mundial se globalizó. Y el capitalismo imperialista fue el dominante en todo el planeta.
b) El sistema capitalista imperialista dividió a los países en dos grupos: unos pocos países imperialistas, desarrollados como Inglaterra, Francia, Alemania y sobre todo, hoy, Estados Unidos, se convirtieron en los explotadores de casi todos los países de Asia, África y América, que se convirtieron en colonias o semicolonias, o países más o menos dependientes.
c) Resumiendo lo anterior, el Perú pasó a ser de colonia española a semicolonia del imperialismo inglés hasta principios del siglo XX. A partir del los años de 1920, con el gobierno de Leguía nos convertimos en semicolonia del nuevo imperialismo mundial, el de los Estados Unidos. Junto con nosotros pasaron a ser semicolonias Argentina, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil y otros países. Todos fundamentalmente explotados por el mismo imperialismo.
d) La visión de una Latinoamérica unida necesariamente para derrotar al imperialismo español desapareció. Las clases gobernantes de cada país separado se entregaron totalmente al servicio de Inglaterra y después de Norteamérica. Ayudaron y ayudan a explotar a nuestros pueblos, como en el caso del gobierno de Alán García en el Perú, o del gobierno de Colombia. El imperialismo domina a estos países con todo sus organizaciones internacionalizadas.
e) Ahora están surgiendo gobiernos democráticos nacionalistas, apoyados por el movimiento de masas, que están logrando hacer retroceder la hegemonía imperialista y lograr cierta independencia. Su método es apoyarse mutuamente para derrotar unidos la explotación imperialista, es decir, están recreando nuevamente el nacionalismo latinoamericano integrador, y como una necesidad imperiosa para triunfar, romper la camisa de fuerza –económica e ideológica- del nacionalismo puramente limitado a nuestras fronteras actuales y recuperar para la acción y para la conciencia de las masas el nacionalismo continental, la patria grande y libre, como la pensó Bolívar. Para eso están creando inclusive organismos de ayuda y solidaridad económica como el Alba, para liberarnos del FMI y otros organismos colonizantes.
f) Quizá se pueda resumir lo que está pasando así: mientras países como Perú, Colombia siguen siendo semicolonias de EE.UU. hay países como Bolivia, Ecuador, Venezuela y algunos otros que solidariamente unidos están dando la nueva batalla, difícil pero hasta ahora, victoriosa. Su batalla es inmensa progresiva, y como lo reconocen los mismos gobernantes como Evo y Chávez, no termina sino profundizando conquistas económicas que nos llevan al borde de planteos socialistas. Ellos mismos le han llamado socialismo del Siglo XXI. Nosotros como quedamos. Eso hay que discutir. Hay que recordar que los nacionalismo limitados a nuestras fronteras, todos fueron derrotados. Aquí no se trata de Chávez o no Chávez, Evo o no Evo. Se trata de ver, sin prejuicios, ¿cómo derrotamos a los explotadores imperialistas y a sirvientes nacionales, los ricos? ¿Qué perspectiva tiene nuestro partido nacionalista? Ya nuestro compatriota Ollanta, y otros dirigentes como nuestro compatriota David Tejada lo han expresado: solidaridad con los países que se están liberando, pero esto no debe ser una frase, una especie de saludo a la bandera, sino un cosa concreta, hay que unir fuerzas, y solo uniendo fuerzas, podemos derrotar a los explotadores de afuera y a los de adentro, que se reúnen periódicamente, como en los “G- 8” para ajustar sus tácticas de dominación, explotación y para que nuestros pueblos paguen la crisis. ¿Y nosotros, no debemos también reunirnos, para discutir cómo luchamos mejor para liberarnos? ¿Mandamos al “carajo” a Chávez o Evo o unificamos las luchas de ellos y sus pueblos, con las nuestras, para triunfar? Solo con el nacionalismo continental hallaremos nuevamente que los pueblos de Latinoamérica son nuestros aliados (Y no nuestros enemigos) y que solo unidos con ellos, lograremos conquistas sociales profundas para el pueblo peruano, a partir del apoyo y lo movilización solidaria con todas las luchas, como la de los nativos o mineros. Con nuestra participación en todas las luchas y con la solidaridad continental, y no haciéndonos los muertitos o corriéndonos al centro político, llegaremos en mejores condiciones para triunfar en las elecciones del 2011, y seguir luchando por la justicia social después de ellas.
*Responsable del COEN – UNE “Cantuta” y dirigente de la juventud nacionalista del distrito de Chaclacayo