El panorama de la derecha para las elecciones del 2010-2011 en el Perú; está definido, tienen un diseño de capitalismo salvaje plasmado en la Constitución de 1993, producto de un golpe contra la democracia el 5 de abril de 1992, con la venia de las potestades norteamericanas, cuentan con partidos políticos que lo sustentan: APRA, Fujimoristas, Unidad Nacional, Perú Posible, Solidaridad Nacional; outsiders dispuestos a trabajar por ellos y mucho poder de los grandes grupos económicos que controlan la mayor parte de los medios de comunicación nacionales y regionales. Alan García es el protector el 2009, sino lean un artículo publicado en la página virtual del “Comité de los Derechos Humanos para la América Latina” por el autor de éste artículo: http://cdhal.org/en/aggregator/sources/19 el martes 15-09-09.
El panorama de las fuerzas populares en el Perú sigue siendo un difícil camino por edificar, fundamentalmente por criterios sectarios, hegemónicos y caudillistas; que desde 1980 no acaban de recuperarse, donde el factor sendero luminoso seguirá siendo utilizado contra la imagen de la izquierda, progresistas y pueblo que levante banderas contra el dios mercado, el que lo decide todo a favor de los amantes del dinero.
La derecha sabe lo que significa utilizar la figura de “apología al terrorismo”, por ello dejaron publicar a Abimael Guzman el libro rojo, para después tener los argumentos necesarios para levantar la perfecta cortina de humo, que oculte los grandes negociados en el remate de nuestro patrimonio nacional: puertos, gas, biodiversidad, etc. En ello Alan García no es creativo es destructivo de la democracia como en 1985-1990.
Las fuerzas populares necesitan levantar un compromiso de unidad de las organizaciones de izquierda, socialistas, nacionalistas, patrióticas y progresistas, que los lleve a superar la larga crisis de la izquierda peruana, pero planteando alternativas programáticas para ser alternativa de gobierno, es decir pasar de la oposición al programa, a una mentalidad estratégica. Lo cierto que“Domina la escena política nacional el “vivir al día”, el culto por la “coyuntura” y las “ventajas” del momento. De esta mentalidad no escapan el gobierno, los congresistas, la mayoría de los dirigentes políticos, y desde luego la conducción de las organizaciones populares. En este ambiente flotan como fruto natural el caudillismo, la demagogia, las promesas que nunca se cumplen, los parches para impedir los cambios de fondo que la realidad del país demanda. Sobre esta base se ha construido, a su vez, una cultura política precaria que hace tiempo ha entrado en crisis, que sobrevive únicamente porque no tiene al frente una nueva cultura política que la sustituya. La izquierda misma, sin proponerse, muchas veces ha terminado siendo tributaria de aquello que repugna pero que no es capaz de evitar ni de dejar atrás” (Moreno Rojas-“Patria Roja”-“Cultivar en los dirigentes y cuadros del Partido la Mentalidad Estratégica”-Lima Perú 2009).
El camino para el bloque popular no es un lecho de rosas, exige una visión estratégica, porque estamos viendo como la derecha está creando un ambiente tenso, de lucha de clases crispada, que buscará por todos los medios impedir el triunfo del bloque popular, recurrirá incluso a la violencia, el fraude si es que falla su plan de confusión mediática, hostigamiento hasta persecución de líderes.
La presencia de Ollanta Humala sigue siendo el blanco predilecto de la derecha peruana e internacional, porque saben que alrededor de éste liderazgo podrían levantarse alternativas contra quienes están por el cambio y quienes por el continuismo neoliberal. El trabajo de construcción es una obra de arte por la acumulación de amplio espectro: progresistas, democráticas, nacionalistas y patrióticas. El futuro del Nuevo Curso dependerá, en suma, de cuál será la potencia e influencia que alcancen a construir las fuerzas de izquierda y el socialismo. Lo que sí es indispensable es la construcción de un amplio frente democrático y popular que lo encarne y que sea capaz de nuclear en torno suyo a los más amplios sectores posibles del pueblo peruano.
Dependerá de cómo los liderazgos comprendan que el bloque popular es una alianza abierta, sin término y sin exclusiones en el campo popular, en las luchas antiimperialistas, nacionalistas y democráticas. Esta alianza está obligada a ser tolerante, persuasiva, solidaria y pacífica; pero sustancialmente ajena a la soberbia.
Es momento que la unidad del bloque popular entienda que es vital establecer una estrategia electoral con el pueblo sobre la base de un programa político, un plan de gobierno nacional, regional, provincial y distritos; todos ellos orientados con pilares de: soberanía nacional, bienestar humano, defensa del medio ambiente y convivencia pacífica. Ello es comprensible porque el rol de los EE.UU. no han variado en lo mínimo en el hecho de convertir a Latinoamérica en patio trasero: http://www.mizitacuaro.com/noticias-mainmenu-247/opiniainmenu-327/6195-imperialismo-g-20-y-latinoamerica.html (Artículo del autor publicado en México).
Fujimori el 5-04-92 acabó por destruir la democracia republicana frágil y precaria y especialmente la institucionalidad en la cual se sustenta, al cual abonaron después Toledo y hoy García el 2009, http://utgpensionista.blogspot.com/2009/08/walter-palacios-vinces-y-el-dictador.html
Por ello los líderes del bloque popular peruano, en el 2010-2011, tienen el imperativo de tomar conciencia de que hacer política de izquierda y socialista no sólo es preconizar los cambios sociales y económicos, sino también construir la fuerza política que la haga realidad, y comprometer en ésta tarea a la mayoría de la población nacional, respetando los criterios de democracia, descentralización, patria y soberanía nacional.