El Factor Yemen en la Ecuación de Nueva Geopolitica del Golfo Pérsico

No hace muchos años un teniente retirado de la Fuerza Aérea Norteamericana diseño un nuevo mapa geopolitico del Medio Oriente de acuerdo con los intereses geopoliticos de Washington y que más tarde se utilizaría dentro de lo que se denomino “Iniciativa para un Gran Medio Oriente” durante el gobierno de George W Bush, con el propósito de ampliar y redimensionar la presencia norteamericana en la región. Dos aspectos vitales de este ejercicio cartográfico saltan a la vista: la división de Irak en tres estados (kurdo al norte, sunni al centro y shiita sureño), ademas de la aparición de un mapa fragmentado de Arabia Saudita, este ultimo que llama más al análisis considerando la poderosa alianza Washington-Riyadh que ha perdurado por mas de 50 años y que en la actualidad se ha visto socavada por suspicacias entre ambos países a raíz del 11 de Septiembre. Pues bien, lo que ha venido ocurriendo actualmente en Yemen pudiera ser un factor clave en la ecuación de poder y re-diseño geopolitico que busca Washington en la región, entre dos potencias rivales tanto en lo religioso como en lo petrolero: Arabia Saudita e Irán.

En meses recientes se han producido escaramuzas e incursiones por parte de grupos shiitas rebeldes contra la monarquía yemení en territorio oriental saudita con el fin de azuzar a una importante minoría shiita asentada en esta porción de territorio saudita, donde se ubican importantes campos petroleros, y que se ha sospechado pudiera ser impulsada por Irán para desequilibrar a la monarquía de la Casa Al Saud y lograr por parte de Irán la primacía en la región. Ahora la pregunta o incógnita seria si, bajo la óptica de Washington, y ante el viraje que ha cobrado las relaciones norteamericano-sauditas y ante la posibilidad de perder primacía ante la monarquía saudita y tomando en cuenta la ubicación de las mayores reservas de crudo mundiales en este país, cabria la posibilidad de una alianza tras bastidores Teheran-Washington bajo la cubierta de combatir a presuntos miembros de Al Qaeda para desplazar a la monarquía saudita ante el progresivo alejamiento estratégico y en materia petrolera que ha mostrado este país en los últimos meses frente a Estados Unidos. Yemen pudiera ser una clave ante la neo estrategia desplegada y profesada por los demócratas de Barack Obama y Zbigniew Brzezinski de utilizar un país bisagra para lograr cambiar el status quo del país objetivo y de esta forma consolidar su hegemonía perdida en el Reino de Arabia Saudita. Ya Irak fue un fracaso a todas luces mientras que con Irán el juego esta trancado hasta los momentos. Resta esperar el curso de los acontecimientos en las próximas semanas.


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