Recientemente Uribe amaneció eufórico gritando desde la Casa de Nariño acusando ante el mundo que Venezuela había desafiado el espacio aéreo colombiano, esto al ingresar sin ninguna autorización un helicóptero de las Fuerzas Armadas Bolivarianas y sobrevolar de manera desafiante y por largo tiempo una base militar, ubicada en el Arauca colombiano.
Inmediatamente comenzó la segunda fase del plan, sectores conservadores de Colombia emprendieron una gigantesca campaña contra Venezuela, como cadáveres cargando basura, continuaron la extrema campaña.
El Alcalde de aquella zona, afirmaba descaradamente que él mismo había visto el sobrevuelo rasante, incluso que hasta fotografías y videos les había dado tiempo de poder tomar.
Sin duda, cada país que se arrastra ante los poderosos capitalistas paga su cuota para meterse con Venezuela, y esta estrategia publicitaria de semanas de duración corresponde a un plan de ablandamiento, recomendado por El Pentágono en las recién instaladas bases militares, el objetivo: Venezuela.
Posteriormente pasaron los días y el fulano incidente del helicóptero fue callado sorpresivamente, las amenazas de ir hasta el tribunal internacional de La Haya fue cancelado.
La segunda parte del plan consiste en depositar en territorio venezolano gran cantidad de muertos los cuales muestren fuertes métodos de violencia, después, señalarlos bajo la figura autóctona colombiana de falsos positivos.
Es decir, asesinar en territorio colombiano a un importante número de sus nacionales, inocentes, sin antecedentes, trabajadores humildes del campo y de la ciudad, donde ninguno estuviese involucrado con anterioridad con ninguna de las organizaciones delictivas que operan en el neogranadino país, sin ninguna evidencia de familiares involucrados en actos fuera del margen de la ley, y después colocarlos en territorio venezolano, así, armar el nuevo escándalo.
Una vez montado el gran show desde el Palacio de Nariño, acusar una y otra vez, hasta el cansancio al gobierno de Venezuela de ser los responsables del hecho.
Pero los juegos de guerra no terminan aquí, apenas comienzan, los acontecimientos del fulano helicóptero, trajo como consecuencia la movilización de un importante número de tropas, recientemente entrenadas por los managers del Plan Colombia.
El escándalo de Arauca sirvió para agazapadamente movilizar cercanas a nuestras fronteras a un importante número de asesores estadounidenses, parte del plan es desencadenar la más brutal y prolongada ola de secuestros, robos y asesinatos jamás sufrida sobre esta franja limítrofe, cuestión que están sufriendo como nunca antes los estados fronterizos venezolanos.
Penetrar aun más El Plan Colombia en los estados fronterizos venezolanos, desde allí operar con la amenaza de la militarización, cometer actos de barbarie contra la población civil y seguir adelantando una de las campañas más duras de estrangulamiento hacia nuestro país.
La idea es la conformación de una línea de crisis integrada por todos los grupos de ultraderecha al margen de la ley, incluso con la ayuda de sectores opositores venezolanos, mas el acompañamiento de las Fuerzas Armadas colombianas.
Así se utilizan los millones de dólares desenfundados por Obama: guerra de baja intensidad, propaganda, terror y muerte.
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