Kabul, 24 septiembre 2007. - Un mortífero fin de semana escenificó la resistencia afgana contra agentes de una compañía de Estados Unidos y policías gubernamentales en Farah y Badakhshat, con saldo de siete muertos, otros tantos heridos y 20 desaparecidos.
Según un comunicado del Ministerio del Interior en Kabul, los rebeldes emboscaron la víspera una caravana logística de la compañía privada norteamericana de seguridad USPI en el distrito de Bakwa, en la provincia occidental de Farah.
Durante el enfrentamiento de cuatro horas al menos tres agentes resultaron muertos, cuatro heridos, así como otros 20 se encuentran desaparecidos.
De acuerdo con la fuente, 21 presuntos insurgentes perdieron la vida, mientras ocho vehículos fueron incendiados.
La USPI es una compañía estadounidense que recluta a agentes de varias nacionalidades para desempeñar labores de escolta en Afganistán.
En otro incidente, siete funcionarios afganos, entre ellos cuatro policías, murieron y otros tres resultaron heridos, en el transcurso de un ataque contra el vehículo en que viajaban en el distrito de Khawan, en la provincia nororiental de Badakhshat.
Mientras, la policía rescató en el transcurso de una operación a dos militares italianos heridos, quienes fueron secuestrados el sábado último en el distrito de Shindand, en la provincia sureña Herat.
Entretanto dos soldados españoles, Germán Pérez Burgos, de Badajoz, y Stanley Mera Vera, de Guayaquil (Ecuador), fallecieron hoy al explotar una mina al paso del vehículo blindado, dotado con inhibidor de frecuencia, en el que regresaban de una operación de la misión internacional de paz en Afganistán.
El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, precisó que la explosión, reivindicada por los talibanes afganos, tuvo lugar a las 08:55 (hora española) en la carretera 517 cerca de Farah, cuando la rueda trasera derecha del vehículo BMR (Blindado Medio sobre Ruedas) que encabezaba una patrulla española de cinco vehículos, pisó un "ingenio explosivo".