Georgia amanece en estado de excepción, con protestas y prensa censuradas

El ejército georgiano, desplegado en Tiflis
©AFP - Vano Shlamov

TIFLIS (AFP) - Los habitantes de Georgia viven este jueves su primera jornada en estado de excepción, en el que las manifestaciones, diarias desde hace una semana, quedaron prohibidas, los periódicos fueron censurados y la radio se vio reducida a difundir música.

Las calles de Tiflis aparecían el jueves por la mañana más tranquilas que de costumbre, con muchos de los habitantes de la capital georgiana dentro de sus casas, tras la violenta represión realizada el miércoles por la policía de un movimiento popular de protesta que duraba ya seis días.

"No sé si puedo salir de mi casa. ¿El estado de excepción es como el toque de queda?", se preguntaba Zinad, una vendedora de cigarrillos mientras exponía su mercancía en el alféizar de su ventana.

"Iré a trabajar normalmente pero éste es ahora ya un país diferente. Nunca hubiera podido imaginar que algo así pudiese pasar", señaló por su parte Nugzar Talavadzé, un vendedor de 47 años.

En el centro de la ciudad, agentes antidisturbios permanecían desplegados en las avenidas que conducen al Parlamento, epicentro de los enfrentamientos de la víspera.

Unos 200 policías, vestidos con uniformes de camuflaje, seguían filtrando la entrada de transeúntes y vehículos en las avenidas, mientras que agentes municipales terminaban de recoger del suelo botellas y piedras, últimos vestigios de la violencia del miércoles.

En los pequeños tenderetes de la ciudad, las vendedoras tenían puesta la única cadena de televisión estatal que difunde información.

Los canales más seguidos, incluido el pro-gubernamental Rustavi-2, tienen prohibido difundir noticias.

Las emisiones de Imedi, la principal cadena privada cercana a la oposición, están interrumpidas desde que los agentes de las fuerzas especiales irrumpieron en sus locales.

Las emisoras de radio, por su parte, sólo pueden emitir música, mientras que los periódicos deberán someter sus contenidos a la censura gubernamental antes de imprimir sus páginas.

Los transportes públicos también sufren restricciones: algunas estaciones de metro están cerradas y los autobuses han sido desviados para impedir una posible afluencia masiva de manifestantes al centro de Tiflis, explicó a la AFP la alcaldía de la capital.

Estas medidas durarán en principio quince días y fueron decididas el miércoles por el presidente georgiano, Mijail Saakachvili, quien llegó al poder tras la revuelta popular de octubre de 2003 conocido como la Revolución Rosa.

La oposición, por su parte, denunció la reacción desproporcionada del jefe del Estado, si bien varios de sus líderes pidieron a los georgianos que no se manifiesten, por temor a posibles represalias.

"Dijimos a todo el mundo que se tranquilice. No contemplamos otras acciones de protesta", declaró a la AFP Davit Ussupachvili, líder del moderado Partido Republicano.

"Intentaremos decidir nuestros próximos pasos pero será difícil por las restricciones impuestas por las autoridades", afirmó al añadir su temor a "represiones masivas" y "arrestos" de militantes de la oposición.

La decena de partidos que forman esta última tiene prevista una reunión el jueves para decidir su estrategia.

Según cifras de los ministerios de Sanidad e Interior, 589 personas solicitaron asistencia médica tras los enfrentamientos del miércoles, otras 20 siguen hospitalizadas y 32 fueron arrestadas.

La crisis política se ve agravada además por otra diplomática después de que el presidente georgiano anunciase la próxima expulsión de tres diplomáticos rusos tras acusar a "altos responsables de los servicios especiales" de Moscú de estar "implicados" en lo sucedido.



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