Brasilia 16 de noviembre 2007. - Las declaraciones del general del ejército José Benedito de Barros Moreira de que Brasil podría necesitar de la bomba atómica para defender sus riquezas naturales, ha sorprendido tanto a la opinión pública como al mundo político, sobre todo porque no se trata de un general cualquiera. Moreira es el actual Secretario de Política, Estrategia y Relaciones Internacionales del Ministerio de Defensa. Más prudente, su superior inmediato, el ministro de Justicia, Nelson Jobim ha defendido la necesidad de que Brasil construya un submarino nuclear para defender los pozos de petróleo de Santos, en el estado de Sao Paulo contra posibles ataque terroristas o enemigos descartando sin embargo la posibilidad de construir bombas.
Para el general, Brasil es blanco de la codicia internacional al tener agua, energía y alimentos, lo que exigiría, según él "colocar un candado fuerte en la puerta". Sobre la bomba atómica dijo textualmente: "Necesitamos tener en Brasil la posibilidad futura de si el Estado lo entendiera, desenvolver un artefacto nuclear, ya que no podemos quedarnos alejados del mundo actual". Encargado de la estrategia de los medios globales de defensa del ministerio, Moreira llegó a decir que Brasil podría retirarse del Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares (TNP). Acosado por algunos diputados presentes que no disimularon su sorpresa, el general explicó que eso podría ocurrir en dos casos: si un país vecino a Brasil construyese la bomba atómica o si el Estado se sintiese amenazado. Para Moreira hoy "ninguna nación se puede sentir completamente segura si no desarrolla la tecnología que la capacite para defenderse cuando lo necesite".
El mundo apunta hoy hacia un futuro violento y peligroso, dijo aún el general, quien afirmó que las "señales de eventuales conflictos entre nuestros vecinos ya tendrían que haber sido captadas por el ministerio de Defensa". Moreira acabó diciendo: "Hoy, el propio presidente de la República percibe la necesidad de que las Fuerzas Armadas sean capaces de defender el país ya que no tenemos intenciones expansionistas". Según él, la llegada al ministerio de Defensa de Nelson Jobim, ex presidente del Tribunal Supremo, y uno de los posibles candidatos a suceder al presidente Luis Inácio Lula da Silva, ha significado "retomar la senda del desarrollo militar del pais".
Por su parte, el ministro Jobim defendió la necesidad de la construcción de un submarino de propulsión nuclear, no de la bomba atómica, para defender el petróleo, ya que según él "no lo defenderemos adecuadamente sólo con navíos de superficie". Según Jobim el hallazgo de nuevas fuentes de petróleo en el país, agudiza la necesidad de no cerrarse al ciclo de enriquecimiento de uranio para la construcción de propulsores para la Marina y para la energía eléctrica".