Caracas, 02 Ene. ABN.- En un trabajo especial para el diario La Jornada, de México, el periodista colombiano Jorge Enrique Botero se refiere al estupor con el cual los colombianos recibieron el año tras el anuncio del presidente de Colombia, Álvaro Uribe Velez, de que el hijo de Clara Rojas, quienes iban a ser liberados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) junto con la ex congresista Consuelo González, no estaría en manos de la agrupación guerrillera.
A continuación, ABN transmite el texto completo del trabajo publicado por Botero este miércoles 2 de enero:
Estupor en Colombia por la hipótesis oficial de que Emmanuel estaría en Bogotá
Los colombianos recibieron el nuevo año en medio del estupor causado por la suspensión de la operación para liberar a tres rehenes en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). Sin embargo, el asombro generalizado no se deriva de la interrupción de éste proceso, sino del anuncio gubernamental de que el niño Emmanuel –quien iba a ser entregado junto con su madre, Clara Rojas, y la ex congresista Consuelo Gonzalez– no está en manos de la guerrilla sino en un hogar infantil del estatal Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en Bogotá.
Mientras, la agencia de noticias Anncol, que difunde información sobre las FARC, descartó este martes que un menor bajo protección de la asistencia estatal pueda ser Emmanuel, como aseguró el gobierno colombiano el pasado lunes, reportó Afp.
“¿A quién se le puede ocurrir que las FARC, que desconocen todas las instituciones del Estado, vayan a confiar al ICBF un hijo de ellos?”, señaló un artículo sin firma en Internet, en referencia al hijo concebido en cautiverio por Rojas con un guerrillero.
A todo esto, durante una tumultuosa rueda de prensa en la ciudad de Villavicencio, el presidente Álvaro Uribe dijo que la suspensión de las operaciones para entregar a los retenidos no obedeció a causas militares, como aseguraron las FARC en un comunicado leído el 31 de diciembre por el presidente de Venezuela Hugo Chávez, sino a que Emmanuel no se encuentra en su poder.
El pequeño, quien nació en cautiverio, fruto de una relación entre Clara Rojas y un guerrillero, estaría según la hipótesis revelada por el gobierno en un hogar de paso, junto con decenas de niños abandonados por sus padres, a la espera de ser adoptado.
Según el comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, el niño fue entregado al ICBF en julio de 2005 en la pequeña ciudad de San José del Guaviare, una zona de intensas confrontaciones armadas situada en el suroriente del país.
Aunque el gobierno advirtió que la versión sólo es una hipótesis, solamente comprobable mediante pruebas de ADN, la mayoría de los analistas coincidieron en que había sido al menos “irresponsable” lanzar un anuncio de semejantes magnitudes justo cuando se realizaban esfuerzos para conseguir el regreso a casa de los rehenes.
En declaraciones a La Jornada, la senadora Piedad Córdoba, quien actuaba como mediadora para las liberaciones, dijo que “lo mínimo que pudo hacer el gobierno fue abordar discretamente a los familiares de Clara y solicitarles la prueba de ADN antes de hacer pública su hipótesis”.
Córdoba coincidió con Chávez, en que la actitud del gobierno colombiano sólo busca torpedear la liberación de los rehenes. “Definitivamente el gobierno no quiere que ellos regresen a sus hogares”, aseguró.
Explicó que para Uribe las liberaciones y el eventual intercambio de secuestrados por guerrilleros presos en las cárceles significarían un revés. “Se niega a un acuerdo con la guerrilla pues piensa que el único camino para terminar la violencia es con más guerra”, subrayó la senadora.
Por su parte, el mandatario colombiano insistió en que en sus cinco años de gobierno ha hecho ingentes esfuerzos para lograr un acuerdo con las FARC y acusó a la insurgencia de mentir reiteradamente al país, al tiempo que los llamó “narcoterroristas”.
Diversos medios locales pusieron en duda la hipótesis oficial, al recordar los testimonios de dos oficiales del ejército, uno en poder de las FARC y el otro fugado a mediados de año, quienes narraron en detalle su relación con Emmanuel en los campamentos en la profundidad de la selva amazónica colombiana.
Este sorprendente comienzo de año ha dado paso a una creciente expectativa en torno a los resultados de las pruebas de ADN que se apresta a tomar una comisión integrada por funcionarios de Bienestar Familiar, Medicina Legal y la Fiscalía, que viajó hoy a Caracas, donde se encuentran la abuela de Emmanuel y un tío del niño.
Carlos Lozano, dirigente del opositor Polo Democrático y director del semanario Voz, alertó sobre la composición de la comisión que tomará las pruebas y hará los análisis. “Debe haber una veeduría internacional de una entidad científica autorizada y a prueba de presiones o manipulaciones”, advirtió Lozano a este diario.
Recordó que el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, quien suministró a Uribe los datos para construir la hipótesis de que Emmanuel estaría en Bogotá, ha sido soprendido en varias mentiras en el pasado reciente, pese a lo cual el presidente colombiano lo ha mantenido en su cargo.
La Jornada pudo establecer que familiares de Clara Rojas y Consuelo González se reunieron en la noche del lunes con el presidente Chávez en el Palacio de Miraflores, donde le pidieron que continúe su gestión humanitaria, a lo cual éste respondió favorablemente.
Asimismo, este martes trascendió que dos familiares de Rojas aceptaron someterse a pruebas de ADN para confirmar o descartar la hipótesis de que Emmanuel se encuentra en un albergue bogotano.
En tanto, el fiscal general de Colombia, Mario Iguarán, dijo hoy que “en 10 o 15 días” se conocerán los resultados del examen ADN practicado a un niño que según el gobierno podría ser Emmanuel. “Ese es un trámite que, por nuestra experiencia, nos permitirá confirmar o desvirtuar la hipótesis de la maternidad de Clara Rojas sobre el menor”, precisó el funcionario, reportó Afp.
Tras la suspensión de la operación aérea para traer de regreso a los rehenes se ha puesto en marcha un plan alternativo –anunciado por el mismo Chávez la semana pasada–, mediante el cual se pretende que los guerrilleros lleguen con los cautivos, por vía fluvial y terrestre, hasta algún punto de la extensa frontera de mil 500 kilómetros entre Colombia y Venezuela.
En rueda de prensa en la ciudad colombiana de Villavicencio, el ex presidente argentino Néstor Kirchner aseguró el pasado lunes que Uribe se había comprometido a permitir un “corredor” sin presencia militar para que por él se desplazaran los guerrilleros y sus rehenes.