Quito 28 de febrero 2008.- La Coordinadora Continental Bolivariana (CCB), que agrupa a políticos y organizaciones de izquierda, planteó ayer en Quito que la guerrilla de las Farc de Colombia y la organización separatista vasca armada ETA sean declaradas “fuerzas beligerantes”.
“Exigimos el reconocimiento de la insurgencia, no sólo de las Farc sino de todas las fuerzas insurgentes, como fuerza beligerante”, expresó el dominicano Narcizo Isa Conde, uno de los presidentes de la CCB, que celebró su segundo congreso en la capital ecuatoriana.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, solicitó hace poco retirar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc, marxistas) de la lista de organizaciones terroristas y concederles un estatus de beligerancia para facilitar el proceso de paz en ese país.
“Apoyamos la lucha del pueblo vasco por su independencia y entendemos que no se debe señalar a ETA como terrorista”, dijo a su vez Salvador Tieli, dirigente de la CCB, que convocó a unos 400 delegados de 15 países de Latinoamérica, así como de Estados Unidos, España, Francia e Italia.
Isa Conde agregó que la CCB está en un proceso de transición hacia la conformación de lo que denominó un gran movimiento continental bolivariano.
En el congreso de cuatro días -al cual también asistió el vasco Iñaki Gil de San Vicente, vinculado a Batasuna, el partido ilegalizado que tiene nexos con ETA- concluyó el miércoles con una marcha, sin que se hayan definido sus resoluciones.
Los caminantes protestaron durante su paso por la embajada de Estados Unidos, sin que se hayan registrado desmanes.
Según su página electrónica, la CCB fue constituida en 2003 por organizaciones sociales, juveniles y estudiantiles del continente como un espacio de coordinación progresista, y entre sus presidentes también figuran el colombiano Manuel Marulanda, jefe de la guerrilla de las Farc, y el dominicano Francisco Caamaño.
El martes la CCB expresó el martes su apoyo a Bolivia, Ecuador y Venezuela, precisando que no tiene “compromisos” con los gobiernos de esos países.
“Nosotros somos solidarios y apoyamos los procesos de Venezuela y Bolivia, pero eso no significa que tengamos compromisos con sus gobiernos”, dijo el chileno Carlos Casanueva, secretario general.