Londres, 17 de marzo. Amnistía Internacional (AI) ofreció este lunes una sombría estimación sobre la situación de los derechos humanos en Irak cinco años después de la invasión estadunidense, calificándola de “desastrosa”.
“Cinco años después de la invasión liderada por Estados Unidos que derrocó a Sadam Hussein, Irak es uno de los países más peligrosos del mundo”, sentenció la organización que vela por los derechos humanos en el informe Carnicería y desesperanza. Irak cinco años.
La ley, el orden y la recuperación económica son una “posibilidad distante” con la inseguridad reinante, sostiene la organización con sede en Londres.
Los iraquíes viven en la pobreza, con escasez de comida, falta de acceso a agua potable y un índice de desempleo alto.
Más de cuatro de cada diez viven con menos de un dólar al día –el listón de Naciones Unidas para medir la pobreza– mientras los sistemas sanitario y educativo se encuentran al borde del colapso y las mujeres y las niñas son particularmente vulnerables a la violencia de los extremistas.
AI critica también el abuso de la pena de muerte en Irak, el fracaso de la comunidad internacional a la hora de absorber a los refugiados iraquíes y la falta de libertad de expresión en la región septentrional del Kurdistán, no obstante goza de una situación más estable.
“Pese a las afirmaciones de que la seguridad mejoró en los últimos meses, la situación de los derechos humanos es desastrosa”, sostuvo AI, poniendo de ejemplo el secuestro, la tortura y el asesinato de civiles a manos de grupos armados.
“Todas las partes cometieron flagrantes violaciones de los derechos humanos que incluyen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”, agregó AI, al señalar por igual a los paramilitares como a las fuerzas de seguridad iraquíes, las tropas estadunidenses y los mercenarios generalmente contratados por empresas.
AI puso de ejemplo la detención de 60 mil personas por las fuerzas iraquíes e internacionales, muchos de ellos sin que se les imputen cargos y expuestos a la “rutina” de los malos tratos y la tortura.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud y el ministerio de Sanidad iraquí estimó que 151 mil personas murieron entre la invasión de marzo de 2003 y junio de 2006.
Otras estimaciones sitúan el número de civiles muertos como resultado del conflicto entre 48 mil y 601 mil.
“La administración de Sadam Hussein era conocida por las violaciones de los derechos humanos”, dijo Malcolm Smart, el director de AI para el norte de Africa y Medio Oriente. “Pero su recambio no ha supuesto un respiro en absoluto para su pueblo”.