TeleSUR _ 20/04/08 - El abanderado de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), el ex obispo Fernando Lugo, se adjudicó este domingo la victoria en las elecciones presidenciales de la República de Paraguay.
Con Lugo en la presidencia, su compañero de fórmula, Federico Franco, fue proclamado como vicepresidente electo.
El Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) ratificó el triunfo de Lugo con más del 40 por ciento de los votos a su favor, mientras que su principal rival, la oficialista Blanca Ovelar, obtuvo 30,72 por ciento de los votos.
Con 92 por ciento de las mesas escrutadas, Lugo aventajó a la candidata del Partido Colorado por más de diez puntos.
El vicepresidente del organismo electoral, Juan Manuel Morales, aseguró que "hoy le entregamos al pueblo de Paraguay unas elecciones con error cero". Además, dijo que con la alta participación, que se situó en 65 por ciento, se demostró que la ciudadanía confía en la institucionalidad de la Corte Electoral.
"Esta institución es multipartidista. Hemos recibido la confianza de todos los votantes. Tenemos una gran participación", manifestó Morales.
Antes de ser proclamado por el tribunal electoral, el recien elegido presidente paraguayo, Fernando Lugo, agradeció a los que lo acompañaron desde el inicio, y destacó que "los pequeños también están capacitados para vencer".
Señaló que a partir de ahora la clase política del país suramericano no deberá hacer "nunca más política en base al clientelismo".
"Hemos culminado una etapa y hoy comenzamos la otra, la del compromiso de transformar el Paraguay", agregó.
Celebración a lo grande
Tras conocerse los primeros resultados, miles de personas con banderas paraguayas y enseñas de los diferentes partidos políticos que participan en la coalición de la APC salieron a festejar por las calles de Asunción, para celebrar el triunfo del ex obispo Fernando Lugo en las elecciones generales de este domingo.
Con los gritos de "Paraguay, Paraguay", "Lugo presidente", "el cambio llegó", numerosos jóvenes se manifestaron en el microcentro de la capital paraguaya, según reportes de medios radiales y televisivos.
El grueso de los manifestantes se concentró frente al histórico Panteón Nacional de los Héroes, donde miles de los protagonistas saltaron y bailaron.
Con ideas progresistas, Fernando Armindo Lugo Méndez puso fin a la hegemonía del Partido Colorado, que ha gobernado, entre dictadura y democracia, por más de 60 años en Paraguay.
En diciembre de 2006 fue cuando el ex obispo, siendo sacerdote de una de las regiones más pobres de Paraguay, decidió colgar los hábitos para retar en la lucha por el sillón presidencial al gobernante Partido Colorado.
Fernando Lugo, conocido ya entonces en el Paraguay profundo de Roa Bastos, por su apego a los más excluidos, resultó ser desde el principio un bombazo para el oficialismo. Su discurso a favor del cambio lo encumbró en la preferencia del electorado en una nación asfixiada por la pobreza y la corrupción
En la propuesta de un gobierno diferente, anclado en un mayor protagonismo popular, y ante el hastío generalizado por tanta desidia gubernamental, muchos analistas explican el porqué de la notoriedad alcanzada por el ex prelado.
La corresponsabilidad del pueblo en el gobierno -ha subrayado Lugo- no sólo se logra a través de los partidos políticos, sino también por medio de movimientos, asociaciones políticas, comisiones barriales y otras formas de organización social.
Para el candidato presidencial de la Alianza Patriótica para el Cambio, la democracia representativa, históricamente presentada como fórmula ideal, es sólo expresión de una democracia formal e incompleta que reduce al voto periódico el rol de la ciudadanía.