16 de julio 2008. - Un tribunal federal de apelaciones dictaminó que el Presidente Bush puede ordenar la detención por tiempo indeterminado de los civiles encarcelados en Estados Unidos. Esta decisión de cinco votos contra cuatro revoca el fallo del año pasado que establecía que el gobierno no podía calificar a los residentes estadounidenses como “combatientes enemigos” y encarcelarlos por tiempo indeterminado sin presentar cargos en su contra.
Esta decisión tuvo lugar en el caso de la única persona que sigue detenida como “combatiente enemigo” en territorio estadounidense: Ali al-Marri fue arrestado hace seis años en su casa en Peoria, Illinois, donde vivía con su esposa y sus cinco hijos. Inicialmente fue acusado de cometer fraudes con tarjetas de crédito y de mentirle a los agentes federales, pero en junio de 2003, el Presidente Bush lo declaró un combatiente enemigo y ordenó que fuera puesto bajo custodia militar.
Al-Marri ha pasado los últimos cuatro años detenido en aislamiento en una brigada de la Armada en Charleston, Carolina del Sur. Su abogado, Jonathan Hafetz, dijo: “Esta decisión significa que el Presidente puede elegir a cualquier persona del país –ciudadano o residente legal- y encerrarlo durante años sin el derecho básico amparado por la Constitución: el derecho a un juicio penal”.