Brasil expresó este martes su preocupación por la acusación del presidente de Paraguay, Fernando Lugo, que dirigentes opositores habrían tramado un plan para derrocarlo.
"La denuncia de Lugo debe tomarse en serio", dijo el canciller brasileño Celso Amorim a periodistas en Rio de Janeiro tras señalar que el asunto está siendo investigado por las autoridades paraguayas
Lugo, quien asumió la presidencia hace dos semanas tras seis décadas de gobierno del Partido Colorado, denunció el lunes que líderes opositores, entre ellos su antecesor Nicanor Duarte, están "conspirando" para derribarlo.
"Vamos a esperar que se desarrolle ese proceso de investigación. Lo que nosotros queremos es que se mantenga la institucionalidad" de Paraguay, dijo Amorim.
"Tengo confianza en que no habrá ninguna aventura. En nuestra región ya pasó la era de las aventuras golpistas, pero es muy claro que nos preocupa", afirmó.
Horas antes la Cancillería divulgó una nota formal de respaldo a Lugo y a la institucionalidad paraguaya. Al mismo tiempo, un vocero dijo que Brasil está "en contacto permanente" con las autoridades paraguayas para acompañar la evolución de la crisis en ese país.