26 de noviembre 2008. - El líder del Partido Nacionalista Peruano, Ollanta Humala, acusó este martes al presidente Alan García Pérez, de mantener una persecución contra los movimientos de izquierda, y de adelantar una investigación en su contra para vincularlo con el "terrorismo internacional". Durante un rueda de prensa, Humala precisó que existe una "maniobra" para su detención y las de otros dirigentes de izquierda con el objetivo de impedir que los "partidos alternativos" lleguen al poder en las elecciones de 2011.
El líder nacionalista arregó que la campaña de persecución es incentivada por "poderosos grupos económicos que no quieren que cambie la situación del país". Por eso el interés de desprestigiar a todos los dirigentes de izquierda con "acusaciones falsas" vinculándolos con el presidente venezolano, Hugo Chávez y responsabilizándolos de promover protestas regionales.
El ministro del Interior, Remigio Hernani, por su parte, reconoció el pasado lunes durante unas declaraciones ofrecidas a Radio Programas del Perú (RPP) que la Fiscalía y la Dirección Nacional Contra el Terrorismo, el organismo especializado de la Policía, investigan a algunos líderes izquierdistas, tal como denunciara el diario "La Primera", pese a que en las últimas horas a tratado de desmentir esta situcación.
El "reglaje" se efectuó contra 14 dirigentes, entre ellos Humala, Alberto Moreno y Olmedo Auris, los dos últimos del partido maoísta Patria Roja, al que el Ejecutivo responsabiliza de estar detrás de las protestas en el país.
Humala, denunció una nueva etapa en la campaña de desprestigio que adelanta el actual gobierno, al referirse a una investigación amparada los presuntos documentos hallados en las computadoras del ex jefe guerrillero de las FARC, Raúl Reyes, que podrían ser usados en la próxima campaña electoral para perjudicarlos.
