16 de marzo 2009.-El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, aseguró este domingo que se debe preservar el Plan Colombia, ya que lo consideró necesario "para poder consolidar los buenos resultados en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo", desautorizando así las declaraciones del vicepresidente, Francisco Santos quien dijo que "hay que acabar" con este plan.
Las declaraciones se produjeron a horas de la noche en respuesta a lo manifestado por el vicepresidente de ese país sudamericano, Francisco Santos, quien consideró en una entrevista que el programa, apoyado por Estados Unidos (EE.UU.), ya no era necesario y había que revaluarlo.
La desautorización al vicepresidente colombiano fue emitida por la Casa de Nariño, y enviada por el canciller desde San Pedro Sula, Honduras, donde este lunes el presidente, Álvaro Uribe, cumple una visita oficial.
"El trato que hemos recibido por parte de sectores de la sociedad civil estadounidense y por parte de sectores del parlamento de ese país es injusto con Colombia. Y le voy a decir algo más: es indigno", afirmó el vicepresidente en una entrevista ofrecida al diario El Tiempo.
Por su parte, la exministra de Defensa Martha Lucia Ramírez, precisó que no es coherente que se hagan desde el gobierno esas propuestas cuando el ministro de Defensa Juan Manuel Santos, sigue negociando paralelamente aspectos del traslado a Colombia de elementos de inteligencia de la base de Manta.
En la misma línea que Santos, el excomandante de las Fuerzas Militares General Manuel José Bonett Locarno, aseguró que el plan no ha funcionado y habría que conseguir más apoyo internacional para el tema social.
También consideró importante proponer ante Naciones Unidas un juicio de responsabilidades a los países consumidores y paraísos fiscales del narcotráfico.
"Colombia debe dejar de estar arrodillada por el tema y proponer una estrategia mundial contra el narcotráfico dejar de ser un país que se presenta como víctima a uno que exige apoyo y compromiso internacional", indicó el oficial en Retiro.
El narcotráfico es considerado como el combustible que alimenta el conflicto interno de Colombia que deja miles de muertos y de desplazados anualmente. Desde el año 2000, Washington a entregado 5 mil millones de dólares para invertirlo en el Plan Colombia.