Así
lo ha anunciado la directora general de la OMS, Margaret Chan, en una
conferencia de prensa ofrecida este miércoles en Ginebra, Suiza, en la
que además resaltó que el mundo "está mejor preparado que nunca en la
historia para afrontar una pandemia de gripe".
La funcionaria de
la organización internacional ha justificado su decisión en que "las
cosas están cambiando rápido", al tiempo que señaló que por el momento
no se plantea alcanzar el máximo nivel de alerta, es decir a la fase
seis.
No obstante, la medida se produce sólo 48 horas después de
que la OMS elevara el nivel de alerta a la fase 4, que implica la
transmisión de la enfermedad de persona a persona.
La OMS, que coordina las situaciones de emergencia sanitaria entre sus 193 Estados miembros, utiliza una escala de alerta con seis niveles.
Las seis fases establecidas en 2005 tras la gripe aviaria y actualizadas en 2009, están ordenadas siguiendo criterios claros que exigen un aumento de la movilización de los países frente al riesgo pandémico.
La fase uno (1) es en la que, según el organismo internacional, no se ha registrado ninguna transmisión al hombre de un virus de origen animal, es decir la normalidad.
Entretanto, la fase dos (2) es en la que se han observado algunas transmisiones al hombre del virus que circula entre los animales, domésticos y salvajes, pero sin consecuencias.
Se acciona el nivel tres (3) cuando el virus es activo en focos muy limitados pero no se transmite todavía de forma masiva entre seres humanos. En esta etapa, los expertos consideran que la pandemia es "potencial".
Por su parte, el nivel cuatro (4) indica un "incremento significativo" del riesgo pandémico, justificada por la transmisión comprobada de hombre a hombre de un virus capaz de provocar una epidemia en el seno de una comunidad.
Los países afectados deben informar lo más rápidamente posible a la OMS. No obstante, ese nivel no implica que la pandemia sea inevitable.
En la fase cinco (5)se produce la activación de este nivel se produce cuando la enfermedad ha desarrollado focos autónomos en más de dos países de una misma región. Indica "una señal fuerte de la inminencia de una pandemia" y que queda muy poco tiempo para prepararse a enfrentarla.
Por último, la fase seis (6) se activa cuando la pandemia es declarada oficialmente. Según los criterios fijados por la OMS, es necesario que dos regiones distintas del mundo sean afectadas por el virus con focos autónomos.
Se conoce como pandemia a una epidemia que afecta al mismo tiempo a muchos países en el mundo y, al ser producida por un virus nuevo, puede ocasionar un cuadro clínico de mayor peligrosidad.
Implicaciones
Según la guía que la OMS ha distribuido entre sus Estados miembros esta decisión de decretar el pase a la fase (5) implica que debe pasarse de la fase de preparación a la de las acciones tanto para aquellos países que ya tengan casos confirmados de enfermos, como aquellos que aún no los hayan contabilizado.
A nivel de Estado, una de las principales acciones es decidir si es necesario declarar una emergencia nacional y en que nivel.
Una vez puesto en marcha el comité de emergencia de cada país, lo principal es tener bien abastecida la red de distribución de medicamentos o tratamientos disponibles.
Ello implica tener a punto la vacuna -de existir- y aplicar una vasta campaña de vacunación; contar con suficientes antivirales; y espacio disponible en los hospitales.
Asimismo, los países deben evaluar de forma completa si necesitan ayuda externa, y solicitarla si fuera necesario, en aras no sólo de ayudar a la propia población, sino de evitar que la pandemia se extienda a los países vecinos.
Entretanto, a nivel de laboratorio, también es importante que se compruebe si ha habido cambios genéticos en los virus en base de las muestras de los pacientes infectados.
Incluso, la guía de la OMS recuerda que el país debería contar con capacidad suficiente para enterrar a los muertos.
De cara a la ciudadanía, el país debería lograr que se minimicen los niveles de interacción fuera del hogar, y sobretodo, conseguir que en caso de signos de gripe, la persona se aisle lo más rápido posible.
Para lograrlo, la guía sugiere que las clases deberían suspenderse y los horarios de trabajo deberían ajustarse o modificarse.
Asimismo, podría impulsarse la cancelación o reducción extraordinaria de la frecuencia y número de transportes públicos disponibles.
Los países que aún no estén afectados por la pandemia necesitan igualmente activar un comité de crisis que esté preparado para distribuir las vacunas y aplicar las medidas necesarias para contenerla.
De igual manera, la OMS recomienda que la comunicación de los gobernantes con la población sea lo más clara, efectiva y actualizada posible.
La agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la salud reconoce la libertad de cada país para tomar las decisiones que considere oportunas.
Pero, específicamente no recomienda el cierre de las fronteras para las personas y mercancías; las desinfecciones generalizadas; el uso de máscaras para las personas que estén sanas; la restricción de viajes en el interior del país a no ser que la zona de infección esté muy delimitada.
Por su parte, entre las acciones que le competen, la OMS debe impulsar la asistencia para aquellos países severamente afectados y para los países pobres que no puedan hacer frente a la pandemia.
Al mismo tiempo, la agencia debe coordinar las acciones de las distintas instituciones internacionales y controlar la expansión de la enfermedad y los posibles cambios que se generen en el virus.
Además, de encontrarse una vacuna, la OMS debería promover su producción y, sobretodo, masivas campañas de vacunación.