Narco-instructores norteamericanos forman parte del “Cartel del Comando Sur”

El caso difundido hoy sobre los cuatro narco-instructores y soldados estadounidenses (de los que aún se desconocen sus nombres), sorprendidos con 10 kilogramos de clorhidrato de cocaína en su poder, está generando preocupación en la relación colombo-norteamericana y en plena negociación de los siete “Centros de Seguridad Cooperativa” (nombre empleado por el gobierno de Uribe para designar a las bases militares financiadas y operadas por el Comando Sur).

Los instructores de soldados colombianos en la temática antinarcóticos, se disponían a viajar a su país luego de concluir sus tareas de formación profesional, como parte del convenio entre los gobiernos de Álvaro Uribe y Barak Obama.

La instalación de estas nuevas bases, tras el cierre de la ecuatoriana base de Manta, ha generado situaciones de inquietud y tensión entre los países vecinos a Colombia y en los integrantes de la Unión Sudamericana del Sur (UNASUR).

Parte de los informes revelados por fuentes periodísticas de Estados Unidos señalaron la conexión existente entre grupos paramilitares, militares colombianos y asesores militares norteamericanos en la comisión de todo tipo de delitos: el tráfico de cocaína en forma de clorhidrato es el más lucrativo de los negocios.

El antecedente más destacado fue el protagonizado por el coronel James Hiett, nombrado por el gobierno norteamericano en 1999 para dirigir la misión militar antidrogas en Colombia, quien se encontraba a cargo de 200 militares norteamericanos. Hiett envío varios kilos de cocaína y heroína desde Bogotá hasta Nueva york a través de valijas diplomáticas junto a su esposa Laurie Ann Hiett. El dinero obtenido por estos “servicios diplomáticos” era depositado en bancos norteamericanos.

En Mayo del 2001, en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, también se descubrió un cargamento de heroína pura. Investigaciones posteriores concluyeron que el responsable de estos envíos era la empresa “DynCorp”, una de las empresas contratistas más grandes del Departamento de Estado de Estados Unidos. El destino final de esta droga era nada menos que la base área de Patrick en la Florida.

DynCorp es una empresa privada norteamericana que se ocupa de la seguridad y defensa de los intereses geoestratégicos, energéticos y económicos del gobierno americano. Mercenarios que trabajan para esta empresa de seguridad han estado directamente involucrados en varios conflictos internos y guerras como es el caso de las guerras de Corea, Vietnam, Golfo Pérsico, Afganistán, Kosovo, Kuwait, Bosnia, Somalia, Angola, Haití, Irak y Afganistán. Igualmente intervino en la guerra contrainsurgente en El Salvador.

Otro caso conocido se desarrolló en Abril del 2005 cuando cinco soldados estadounidenses, en misión de instrucción a miembros del ejército colombiano, fueron detenidos por transportar 16 kilos de cocaína desde Colombia, en un avión militar perteneciente al “Plan Colombia”.

El avión había despegado desde la base militar de Apiay, rumbo a una base militar en el estado de Texas. Una red de narcotráfico fue descubierta pero, el gobierno colombiano, con la complicidad de los medios de comunicación, logró mantener este hecho bajo un total hermetismo.

El nuevo caso ventilado por periodistas de Estados Unidos que involucra a narco-instructores incluye también a militares de alto rango del ejército colombiano y está siendo mantenido en resguardo por el departamento antinarcóticos de Estados Unidos y el comando en jefe del ejército colombiano. El destino de la droga incautada por un empleado de bajo rango en el área de migraciones está siendo investigado, pero el informe indica que los cuatro militares tenían como destino final la ciudad de Washington D.C. El informe menciona la posible creación por parte de un sector de los instructores norteamericanos de una especie de "Cartel del Comando Sur" , de acuerdo con fuentes cercanas a la investigación interna del ejército de Estados Unidos.

La negociación sobre las nuevas bases entra en su fase final y será anunciada en próximos días. Las bases norteamericanas serán las de Malambo, Atlántico; Palanquero, en el Magdalena Medio; Apiay, en el Meta; las bases navales de Cartagena y el Pacífico; el centro de entrenamiento de Tolemaida y la base del Ejército de Larandia, en el Caquetá.



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