07 de enero 2010.-El director de la organización ecologista Greenpeace en España, Juan López de Uralde, quien fue encarcelado durante la Cumbre de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Cambio Climático en Copenhague (Dinamarca), denunció las condiciones de su detención calificándolas de "innecesariamente cruel".
López de Uralde, dijo estar sorprendido negativamente "que en la UE (Unión Europea) se nos haya tratado como se nos ha tratado, saltándose a la torera ... los derechos humanos mas básicos, es verdaderamente preocupante".
Calificó como "desproporcionados" los 20 días de prisión incomunicado, sin saber los cargos que se le imputaban ni la magnitud de los mismos, además de "no permitirle poder hablar con nadie, ni con tu familia, ni con el exterior".
Aclaró que su grupo sabía a lo que se exponía y el riesgo que corría, pero lamentó haber recibido ese trato violatorio de los derechos humanos en un país de la Unión Europea.
No existe "ninguna justificación" por la que "en el siglo XXI en un país de la Unión Europea" se haya impedido a los activistas encarcelados "por una acción pacífica" realizar "ni una llamada", "tener un libro para leer" o "recibir cartas y correos electrónicos".
El activista aseguró que ha sido la presión ciudadana internacional la que permitió que este miércoles fueran puestos en libertad.
Agregó que el fracaso político de la cumbre de Copenhague es una "tragedia" para la lucha contra el cambio climático y la supervivencia del planeta.
"La última oportunidad se está desvaneciendo. Queda poco tiempo para actuar", se lamentó
López de Uralde y otros dos activistas fueron encarcelados durante la reciente Cumbre del Cambio Climático, después de que el 17 de diciembre se colaran en la cena de gala ofrecida por la Reina Margarita de Dinamarca a los jefes de Estado y de Gobierno para exigir un acuerdo ambicioso contra el cambio climático.
Los activistas desplegaron una pancarta en la que se pudo leer, en inglés, "los hombres políticos hablan, los líderes actúan".
La cumbre organizada por la ONU sobre el cambio climático en diciembre en la capital danesa concluyó con un acuerdo no vinculante, dejando escépticos a numerosos observadores sobre la posibilidad de limitar el calentamiento del planeta a niveles considerados aceptables.
El documento final, que sólo fue elaborado por 26 países, tras largos debates y una larga lucha, fracasó al no producirse un consenso sobre el futuro del planeta, por lo que la vida de la especie humana aún permanece en juego.