10 de enero 2010.-Desde el próximo curso escolar 2010-2011, en cada aula de las escuelas italianas no podrá haber más de un 30% de alumnos extranjeros. Así lo anunció ayer la ministra de Educación del Gobierno de Silvio Berlusconi, Mariastella Gelmini. Y explicó que la decisión se ha tomado para lograr una «equilibrada distribución de los alumnos con nacionalidad no italiana en los institutos de un mismo territorio».
De todas formas, el límite no será rígido sino que podrá ser aumentado o disminuido por cada oficina escolar regional en base al conocimiento que los alumnos extranjeros tengan de la lengua italiana.
Para la ministra, «la presencia de extranjeros en las escuelas italianas, a menudo concentrados en algunas clases, no es un problema de racismo sino sobre todo didáctico». Por ello ha querido aclarar que el objetivo de la norma es la mejor integración de los alumnos no italianos en la escuela. Se trata, según explicó, de evitar la creación de clases guetos en las que la mayoría de los alumnos son extranjeros: «Los alumnos de otros países necesitan estar en clase con italianos para poder integrarse del mejor modo posible», precisó Gelmini.
Para conseguir el objetivo de no concentrar las matriculaciones de alumnos extranjeros en algunas escuelas, habrá acuerdos entre las redes de centros docentes y las autoridades locales para distribuir a los alumnos de manera homogénea en el territorio.
La norma se complementará con clases de inserción, de duración limitada, para poder enseñar el italiano a los recién llegados al país.
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