Esta decisión del gobierno colombiano ha generado gran polémica dentro de la sociedad colombiana. Expertos opinan que lejos de aplacar la violencia la aumentará y los ajustes de cuentas estarán a la orden del día. No es la primera vez que Uribe utiliza al pueblo para combatir la violencia

28 ene 2010 - Una nueva red de informantes conformada por estudiantes está siendo creada por el Gobierno de Colombia para supuestamente frenar la ola de asesinatos que ocurren en la ciudad norocciodental de Medellín. La medida ha causado gran polémica y rechazada por diversos sectores de la sociedad colombiana.

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, anunció el miércoles la creación de una red de informantes conformada por mil estudiantes que recibirán un bono de 50 dólares al mes a cambio de información que pueda servir para capturar a grupos irregulares.

"Necesitamos que sea la ciudadanía quien se comprometa a informar a la Fuerza Pública, y si los jóvenes mayores de edad nos pueden ayudar en esta tarea de información y (...) de participación en las redes de información, pues eso nos ayuda muchísimo", insistió.

Al igual que Uribe, el ministro colombiano de Defensa, Gabriel Silva, convocó "a todos los ciudadanos, estudiantes, amas de casa, profesores, empresarios y tenderos para que entendamos la seguridad ciudadana como una obligación colectiva".

Estos anuncios han provocado el rechazo de diversos sectores de Colombia.

"Esta medida incrementaría la violencia en lugar de disminuirla, porque tendría graves consecuencias para la comunidad educativa", declaró el vocero de la Asociación de Institutores de Antioquia (Adida), Oliver Rojas.

A pesar de los fuertes rumores que corrieron dentro de la presidencia colombiana de que esta red de informantes estaría siendo financiada también por la alcaldía de Medellín, el titular de este despacho, Alonso Salazar, lo desmintió.

"La alcaldía de Medellín no tiene, ni tendrá jamás una red de cooperantes ni de informantes, esa es una función y una misión del gobierno y del Estado, y no del gobierno municipal de Medellín", declaró Salazar a una emisora local.

Este anuncio ha geneado una fuerte polémica en Colombia. La Organización No Gubernamental Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes) indicó que la red "viola el derecho internacional humanitario" porque "no tiene ningún control civil".

"Estas redes generan riesgo para la población civil y queremos saber si el presidente de la República va a asumir la responsabilidad de las personas que vayan a ser asesinadas por esa decisión", dijo el presidente de Codhes, Jorge Enrique Rojas, en una rueda de prensa.

De igual forma, el experto en seguridad ciudadana y profesor de la Universidad de los Andes en Bogotá, Álvaro Camacho, consideró que la propuesta no es viable, debido a que más bien, incentivará a la exclusión de los informantes en la sociedad y creará una mayor cantidad de violencia producto de la venganza.

Camacho aseguró que "una política de seguridad democrática se propone sacar a los jóvenes del conflicto, no incluirlos (...) pagar por la delación es crear soplones y no ciudadanos, y esto se presta para ajustes privados de cuentas".

Por su parte, el ex alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, calificó la medida como"un error monumental" y el ex ministro Rafael Pardo la considera como "una medida desesperada" del gobierno de Uribe.

Esta estrategia no es nueva para el mandatario colombiano. En el pasado, cuando Uribe era gobernador de Antioquia (noreste) creó unas cooperativas o asociaciones de seguridad privada en el medio rural llamadas Convivir. Estas organizaciones tenían el mismo fin que la actual red de informantes.

Las Convivir estuvieron acusadas en aquel tiempo de ser un semillero de grupos paramilitares, hecho que fue desmentido por el mandatario colombiano.

La diferencia que existe entre esta nueva red y las Convivir es que estas últimas no recibían pagos por el suministro de información.

Luego, en el 2002, al inicio de su primer período presidencial, Uribe creó las primeras redes de informantes para supuestamente contrarrestar a las guerrillas y a otros grupos armados ilegales que operan en el país.

Medellín es actualmente la segunda ciudad más importante de Colombia. En 2009 hubo 2 mil 178 homicidios, lo que se traduce en un incremento del 108 por ciento si se compara con el año anterior.