WASHINGTON 1 de febrero de 2010.- El presidente Barack
Obama proyectó el lunes que el déficit presupuestario de Estados Unidos
tocaría un nuevo récord en el 2010 antes de reducirse, pese a prometer
responsabilidad fiscal mientras lucha para que la tasa de desempleo
baje de los dos dígitos.
Calificado por sus opositores
republicanos como un liberal de viejo estilo que gasta y carga más
impuestos, Obama está bajo presión por convencer a inversores y grandes
acreedores como China de que tiene un plan creíble para controlar el
déficit del país y su enorme deuda con el paso del tiempo.
"No
seremos capaces de reducir este déficit de la noche a la mañana, dado
que la recuperación está todavía tomando forma", afirmó Obama,
minimizando los 3,8 billones de dólares en gasto fiscal previstos para
el año fiscal que termina el 30 de septiembre del 2011.
"Seguiremos,
por ejemplo, haciendo lo que sea para crear empleo. Eso está reflejado
en mi presupuesto. Eso es esencial", agregó en una declaración
televisada.
Su presupuesto para el año fiscal que expira el 30
de septiembre del 2011, que está sujeto a cambios por parte del
Congreso, pronostica un déficit de 1,56 billones de dólares en 2010,
equivalente a un 10,6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del
país.
El aumento se debe en parte al paquete de medidas de
emergencia para estimular a la economía por 787.000 millones de dólares
promulgado por Obama el año pasado.
Los republicanos aprovecharon el sombrío pronóstico fiscal para criticar el manejo económico de Obama.
El
senador Judd Gregg, líder opositor en la Comisión de Presupuesto del
Senado, advirtió que el país se estaba hundiendo en un "barrial" de
deuda y dijo que el plan de estímulo no ha creado empleos.
"Estas
circunstancias exigen un presupuesto audaz, distinto, que cambie las
cosas, que restrinja el gasto, reduzca la deuda y frene los grandes
programas que crecen sin control. En vez de eso, el presidente nos ha
enviado más de lo mismo", comentó el legislador.
Mientras
mantendrá este año políticas destinadas a proteger la aún frágil
recuperación económica, conjuntamente con otras grandes naciones
industrializadas, Obama planea ahorrar algún dinero limitando 120
proyectos federales, entre ellos una influyente y simbólica misión para
regresar a la Luna, pero invirtiendo más en educación e investigación.
SALUDABLE ESCEPTICISMO
La reacción del mercado no se notó, mientras los analistas revisaban las cifras con una saludable dosis de escepticismo.
"No
creo que haya algo que esté creando empleo y no tengo mucha confianza
en que algunos de los recortes de gastos previstos finalmente ocurran",
dijo Peter Boockvar, estratega de renta variable de Miller Tabak &
Co.
Aunque Obama firma el proyecto para enviarlo al Congreso,
las decisiones finales sobre cómo el Gobierno recauda y gasta el dinero
se toman entre los congresistas, en un proceso que normalmente tarda
gran parte del año.
Según las encuestas, los votantes están
preocupados por las débiles condiciones de las finanzas estadounidenses
y Obama planea crear una comisión fiscal bipartidista para buscar
alternativas sobre impuestos y gastos.
El incremento en el
déficit se compara al saldo negativo de 1,41 billones de dólares del
2009, que representó el 9,9 por ciento del PIB.
Pero se prevé
que esta brecha de financiación baje a 1,27 billones de dólares en el
2011, o un 8,3 por ciento del PIB, para caer a cerca de la mitad de esa
cifra como proporción de la economía estadounidense en el último año
del Gobierno de Obama en 2012, con lo que el presidente cumpliría un
compromiso clave.
Gran parte de la mejoría prevista para el
panorama fiscal es producto de pronósticos optimistas incorporados al
presupuesto como un sólido crecimiento económico, que implicaría
mayores ingresos tributarios.
Se prevé que la economía crezca un
2,7 por ciento en el 2010, un 3,8 por ciento en el 2011 y por encima
del 4 por ciento en los siguientes tres años.
El presupuesto
asume también que el desempleo permanecerá alto, bordeando el 8,2 por
ciento en el 2012, desde un 10 por ciento este año, mientras que la
inflación se prevé controlada y los tipos de interés en niveles
levemente más altos que los actuales.
El descontento por la alta
desocupación conllevó una derrota política para Obama en la elección de
un senador por el estado de Massachusetts el mes pasado, lo que le
costó a los demócratas perder una mayoría clave en el Congreso antes de
las elecciones parlamentarias de noviembre.
El proyecto de
presupuesto refleja la dificultad para impulsar la economía y crear
empleos, al tiempo que el Gobierno debe ajustarse el cinturón.
Para
impulsar el empleo, Obama está reservando 100.000 millones de dólares
en 2010 en créditos tributarios para pequeñas empresas, así como para
inversiones en energías limpias e infraestructuras, antes de empezar a
ajustar el déficit fiscal el próximo año.