La Paz, 11 de febrero de 2010.-El militar húngaro Istvan Belovai, encargado de elaborar documentos
para una célula terrorista neutralizada en Bolivia en 2009, daba
información a la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Según nuevos detalles de la investigación, ofrecidos este viernes por
el fiscal Marcelo Soza, a cargo del caso, la documentación era
utilizada por el llamado Consejo Supremo que financiaba las acciones
del grupo irregular abatido en un operativo en abril último, anunció
Prensa Latina.
El 16 de abril del 2009, la Unidad Táctica de Resolución de Crisis de
la Policía boliviana irrumpió en el hotel Las Américas, en Santa Cruz,
y sorprendió a un comando paramilitar.
En la operación perecieron los mercenarios europeos Eduardo Rózsa
Flores (croata) líder del grupo, Michael Dwyer (irlandés) y Árpád
Magyarosi (rumano-húngaro).
También fueron detenidos Mario Francisco Tadic Astorga (boliviano con
pasaporte croata) y Elod Tóásó (húngaro), quienes están en prisión
preventiva en la ciudad de La Paz.
Los extremistas tenían planes separatistas y preparaban un atentado para asesinar el presidente boliviano, Evo Morales.
De acuerdo con los nuevos elementos de la pesquisa, Belovai era un agente que tenía el seudónimo de Escorpión-B.
Las habilidades que adquirió durante la Guerra Fría le permitieron ser
un asesor de estrategia militar y se presume que entabló relación con
Rózsa Flores por medio de actividades en Europa, específicamente en los
Balcanes.
La afinidad que llegaron a tener ambos permitió incluso que ofrezca
apoyo satelital para acciones específicas y financiamiento para el
grupo terrorista.
La investigación preliminar de sus nexos determinó, además, que estaba
preparando un plan denominado TH (Tree house o casa del árbol).
Los datos fueron obtenidos de la revisión de una de las computadoras
portátiles de Rózsa Flores, que tenía la carpeta de archivos Bel -
Norte con varios correos electrónicos que intercambió con el agente
Belovai.
La semana pasada, la fiscalía boliviana imputó al acaudalado empresario
de Santa Cruz, Branko Marinkovic, quien se fugó hacia Estados Unidos,
por financiar a la banda de Rosza Flores.
De acuerdo con esa institución, el también ex presidente del Comité
Cívico pro Santa Cruz, integró el Consejo Supremo que organizó el
separatismo en la nación suramericana.
En la acusación también se relacionan otros nombres como los también prófugos Alejandro Melgar y Hugo Achá.