Washington, 2 jun (PL) Especialistas de la British Petroleum (BP) y estadounidenses intentarán hoy, una vez más, detener el incontrolable flujo de petróleo que desde el 20 de abril contamina las aguas del golfo de México.
Ansiedad, expectativa, incertidumbre son sentimientos que expresan ante los reiterados fracasos los pobladores de Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida, amenazados por el peor desastre ecológico en la historia estadounidense.
Luego de varios intentos fallidos, incluido el último de taponar el escape con lodo pesado, ahora la BP tratará de cortar la tubería usando robots y luego cerrar el escape, una compleja operación que si es satisfactoria al menos disminuiría la fuga de crudo.
Si todo sale bien, el miércoles podremos contener el vertido, aseguró la víspera el director de explotación de BP, Doug Sutiles.
La petrolera intensifica las labores de limpieza para tratar de minimizar las consecuencias del desastre y ya gastó cerca de mil millones de dólares, indican voceros.
A su vez, Carol Browner, encargada en el gobierno en materia de energía y calentamiento global, manifestó su preocupación de que la llegada de la temporada de huracanes aumente la magnitud del desastre.
Destaca también la promesa hecha el martes por el presidente estadounidense, Barack Obama, de llevar a juicio a los culpables del derrame de crudo.
Esto es un reto para una comisión bipartidista nombrada por el mandatario y encabezada por el ex senador demócrata Robert Graham y el ex jefe de la Agencia de Protección Medioambiental William Reilly (republicano) que debe profundizar en diversidad de aspectos que hacen pensar existe algo turbio en el asunto.
Obama aseguró hace pocos días que en la agencia encargada de supervisar la extracción de crudo había corrupción desde hacía años y, coincidentemente, el día del anuncio renunció Elizabeth Birnbaum, directora del Servicio de Gestión de Minerales (MMS, por su sigla en inglés).
Esa es la entidad encargada de controlar las exploraciones petrolíferas y de gas en el país.
El desastre de Deepwater Horizon debe alentar un mayor escrutinio sobre la perforación de petróleo en aguas profundas, crucial para el futuro suministro de crudo y gas natural a los estadounidenses, mostraron las audiencias realizadas en comisiones del Senado.
El senador estadounidense Jeff Bingaman al abordar el tema instó a las autoridades a determinar hasta qué punto esos problemas están presentes en otras operaciones de exploración en el Golfo.
Este martes Obama dijo que el panel investigador contará con todo su apoyo para esclarecer los hechos y advirtió que "nos lleve eso a donde nos lleve", un indicativo de su determinación de llegar al fondo y desenredar la madeja que puede llevar a los culpables ante los tribunales.
