Esta afirmación la sostiene el parlamentario venezolano ante la falta de una posición de repudio por parte de la Casa Blanca a la acción terrorista, la cual ha sido enérgicamente rechazada por el mundo entero, menos por el Gobierno de Estados Unidos y otros más que forman parte del eje del imperio, y sólo se limitan a solicitar la apertura de una investigación, cuando aun el mundo no sale del estupor provocado por la desmedida acción militar contra embarcaciones civiles.
Vale recordar que el Diputado Figueroa se refiere a las acciones terroristas contra La Flotilla de la Libertad ocurrida hace una semana en aguas internacionales, cuando en una acción humanitaria grupos de activistas y defensores de los derechos humanos, de diferentes países, llevaban ayuda a la población de la franja de Gaza, como una forma de romper el bloqueo ilegalmente implantado por el ejército israelí contra los pobladores de esa región.
El bloqueo impuesto desde junio de 2007 por el Gobierno Israelí, y que afecta a un millón y medios de ciudadanos, impide el desembarco de ayuda o suministro de medicinas, alimentos o materiales para la construcción, bajo el pretexto de evitar la entrada de armas a las zonas sitiadas.
A la luz del derecho internacional, la decisión de abordar barcos civiles en aguas internacionales constituye un acto de guerra. Jurídicamente hablando, hubo robo de barcos y de la carga de dichos barcos, secuestro de pasajeros de dichas embarcaciones y homicidio, o sea asesinato, e incluso premeditación, según revelan los testimonios de activistas difundidos por las cadenas de televisión.