11 de agosto de 2010.- La Casablanca no está escatimando ponches a algunos de sus críticos de la “izquierda profesional”, describiéndolos como insaciables e irrealistas.
En una entrevista con Sam Youngman de The Hill publicado este martes, el vocero de la Casablanca, Robert Gibbs, desató una serie de fuertes ataques contra algunos críticos progresistas no identificados del presidente Obama.
“Escucho a estas personas decir que él es como George W Bush. A esas personas les deberían hacer pruebas antidrogas”. Dijo Gibbs. "Quiero decir, esto es una locura”.
El diario describió al vocero del presidente como “hostil con rabia” y en “una furiosa incredibilidad” sobre algunos de los detractores de Obama, de quienes ha enfrentado regularmente críticas por no empujar una agenda progresiva más autoritaria.
“Ellos estarán satisfechos cuando tengamos la asistencia sanitaria canadiense y hallamos eliminado el Pentágono” replicó Gibbs. “Esa no es realidad”.
Un tema del disentir liberal fue el manejo de la reforma de asistencia sanitaria, cuya base democrática impresionó poco. Gibbs se burló de ellos y los desestimó.
“Ellos no estarían satisfechos si Dennis Kucinich fuese presidente”, señaló.
Gibbs aclaró que la “izquierda profesional” no es representativa de los progresistas “en EEUU” y fuera de Washington, quienes se organizaron y mobilizaron a favor de Obama.
El tono de Gibbs en la entrevista es señal de la creciente frustración en la Casablanca sobre partes de sus bases mientras se acercan las elecciones. Puede que presten atención cuando el Jefe del Gabinete de la Casablanca Rahm Emmanuel describió deliberada y privadamente a algunos liberales como “retardados del coño”.
“Entiendo por qué la Casablanca está frustrada por la insatisfacción liberal, pero no entiendo el por qué se quejan acerca de eso en las entrevistas”, dijo Ezra Klein del The Washington Post en Twitter.
“Puede que algún día Robert Gibbs pueda prepararse para expresar alguna rabia hacia la Derecha”. Twiteó también Glenn Greenwald de Salón.com, uno de los más consistentes izquierdistas críticos de Obama.