16 de diciembre de 2010.-Bob Ainsworth, miembro del Parlamento, quien anteriormente se desempeñó como ministro de Drogas y como Secretario de Defensa, afirmó que la guerra contra las drogas ha sido “nada menos que un desastre” y que ya era tiempo de estudiar otras opciones, incluyendo despenalizar la posesión de drogas y legalmente regular su producción y suministro.
El parlamentario dijo que la ilegalidad de las drogas ha creado un caos internacional por dejar el control de tales sustancias en las manos de criminales.
“Gastamos millones de
libras esterlinas sin prevenir la amplia disponibilidad de las
drogas”, declaró Ainsworth. “Ya es tiempo de reemplazar nuestra
fracasada guerra contra las drogas con un sistema estricto de
regulación legal, para hacer del mundo un lugar más seguro y
saludable, especialmente para nuestros hijos. Debemos quitarle el
comercio a los delincuentes organizados y darle el control a doctores
y farmaceutas”.
Sus comentarios fueron
recibidos con consternación por la dirección del partido, mientras
que su compatriota John Mann afirmó que Ainsworth “no sabe de los
que está hablando”.
Una vocera de Miliband aclaró que los comentarios de Ainsworth no tenían la bendición de la dirección o de la mayor parte. Ella dijo: “Estas no son las opiniones de Ed Milliband, del Partido Laborista o de la mayor parte del público británico”.
Una fuente del partido
describió la propuesta de la legislación como “extremadamente
irresponsable”, añadiendo, “No sé qué estaba pensando él”.
Miliband señaló el hecho de que los puntos de vista de Ainsworth
estaban en desacuerdo con los suyos mientras hizo campaña en Oldham
para las venideras elecciones del mes próximo.
Ainsworth añadió que su salida de cargos prominentes le permitió expresar su “opinión de hace mucho tiempo”.
También hizo un llamado para “una revisión independiente basada en evidencia, explorando todas las opciones políticas, incluyendo además la dotación para la guerra contra las drogas, despenalizando la posesión de drogas, y legalmente regular su producción y suministro”.
Ainsworth comparó la posibilidad de despenalización con el levantamiento de la prohibición del alcohol en EEUU a principios del siglo 20. Él sugirió que 50 años de prohibición global “fracasó en protegernos” e impone un “genuino y crecido debate” en torno a alternativas.