22 de octubre de 2011.- BRISA- La Brigada Internacionalista de Solidaridad Activa, presenta este trabajo sobre la situación del venezolano, "Carlos" Ilich Ramírez quien se encuentra privado de su libertad en Francia. Vladimir, su hermano menor y quien ha asumido la lucha titánica por la repatriación de "Carlos", refiere que Ilich es un revolucionario internacionalista, un luchador reconocido de la causa palestina, la cual consideraba el epicentro para la lucha contra el sionismo en el mundo, la cabeza del monstruo, que según Carlos era el enemigo real de los países sometidos, invadidos y asolados por el imperialismo, y por lo cual decidió asumir la lucha de el pueblo palestino, ante la indiferencia y el silencio por esta causa y de esta manera contribuir a la libertad de todos los pueblos, que comienza por Palestina.
A pocos días de un juicio en el que Carlos puede ser nuevamente condenado, Vladimir pide junto a BRISA, la repatriación de Ilich para Venezuela, pues relata la violación a los derechos humanos de Ilich, quien fue secuestrado en Sudań y trasladado narcotizado a Francia, hace 17 años y por lo tanto su permanencia en las cárceles francesas ha sido ilegal.
Ilich ha sido vejado, aislado, privado del sueño y sacado a la intemperie con ropa ligera (en pleno invierno, con bajísimas temperaturas) y sin sus pertenencias a otro centro penitenciario, sin previo aviso, para tratar de aplastar la moral del revolucionario venezolano, sin embargo la moral de Ilich sigue incólume a pesar de las torturas y atribulaciones. Además de las situaciones humillantes a la que lo somete el gobierno francés, Carlos sufre de diabetes, pero por no contar con recursos, llegando a una situación de pobreza, no puede costearse los remedios necesarios para combatir la enfermedad. El hermano de "Carlos", Vladimir, quien describe su situación dramática, por encontrarse abandonado a su suerte, sin recursos y con una madre que lo llora constantemente y desea ver a su hijo antes de morir, le hace un llamado al presidente Hugo Chávez y pide para Ilich Ramírez Sánchez, el mismo trato que otros privados de libertad en el mundo han logrado.