18 de octubre de 2012.- El jefe de la delegación de las negociaciones de paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Iván Márquez, aseguró este jueves en Oslo que “el pueblo debe ser el principal protagonista para alcanzar la paz” en el conflicto que ya tiene más de medio siglo.
“No depende de las FARC el trazar la ruta para la consecución de la paz, quien debe trazar esta ruta es el pueblo, y a ellos le corresponde marcar el camino. El soberano, el pueblo, es el protagonista principal y tal emprendimiento hacia la paz no puede ser un proceso contrareloj o express, pues un volátil afán solo conduce a la frustración”.
Márquez añadió que para esta segunda fase llegaron hasta Oslo (capital de Noruega) con el objetivo de buscar y encontrar la paz por medio de acuerdos conjuntos y que no son “guerreristas” como lo han dicho los medios de comunicación.
“Hemos venido hasta esta ciudad de Oslo a buscar la paz con justicia social por medio del diálogo. No somos los guerreristas que han querido pintar.Traemos proyectos de paz, pero para poder alcanzarla es necesaria la desmilitarización por parte del Estado, así como reformas socioeconómicas que refunden la paz y de acuerdo a la realidad que vive el país”.
El jefe de los rebeldes aseguró que “siempre hemos querido que Colombia sea un país donde no haya injusticias ni desigualdades políticas, económicas y sociales”.
La tierra el conflicto central
El negociador de las FARC, Iván Márquez, destacó que el primer tema a discutir en el proceso de paz será el tema agrario, porque el problema de la tierra es el aspecto central del conflicto armado en Colombia.
Precisó que en la nación suramericana más de 30 millones de ciudadanos viven en la pobreza y seis millones de campesinos están en las calles, “el problema de la tierra es causa histórica en Colombia, nuestra visión es colocar sobre la mesa el desarrollo agrario”.
“Aquello que fue causa esencial del alzamiento armado a lo largo del tiempo se ha agudizado, la lucha por el territorio está en el centro de las luchas que se libran en Colombia (...) Hablar del territorio significa relaciones socio-históricas de nuestras comunidades que ven la tierra como abrigo y sentido del buen vivir”, agregó.
En su intervención, Márquez indicó que para la insurgencia el concepto de tierra está ligado a la resistencia al latifundio y aseguró que las FARC no se opone a una verdadera restitución de tierras, pero no acepta el despojo legal que el Gobierno proyecta con sus leyes.
“Nos oponemos a la destrucción de la biodiversidad (...) Hemos luchado por una reforma agraria eficaz y transparente. La restitución de tierras tiene que aludir a las tierras que les fueron arrebatadas a los campesinos indígenas y a sus descendientes”, añadió.
En tal sentido, el jefe de la delegación de las FARC señaló que su propósito es “desenmascarar a ese asesino metafísico que es el mercado”, porque “nos están empujando a la extranjerización de la tierra y al desastre ambiental (...) Hoy venimos a sentar al capitalismo en el banquillo de los acusados”.
Política agraria
Explicó que para una transnacional es más presentable decir que tiene un título y le succiona la sangre a los trabajadores, mientras el régimen asesina no solo con sus planes de guerra sino también con sus políticas económicas que matan de hambre.
“No nos engañemos, la política agraria del régimen es engañosa (...) Y la mentira solo conduce a la agudización del conflicto”.
Afirmó que el proceso de paz no es un espacio para resolver los problemas de los guerrilleros, sino de la sociedad obligada a compartir con las transnacionales con una infraestructura arruinada por la corrupción y la desidia.
Iván Márquez resaltó que las FARC quieren la paz abriendo espacios para la participación ciudadana, “la paz abarca la transformación de la estructura del Estado. La paz no es la simple desmovilización. La paz no significa el silencio de los fusiles”.
En este proceso de paz, Noruega, país que ha participado en una veintena de procesos de reconciliación y de paz en las dos últimas décadas, es junto a Cuba garante del tercer diálogo formal entre el Gobierno colombiano y las FARC.
Las FARC enviaron a Oslo a un equipo encabezado por su número dos, Iván Márquez, y que incluye, entre otros, a los comandantes Rodrigo Granda, Andrés París y Marco Calarcá.
El pasado 26 de agosto desde la capital cubana, las dos partes suscribieron el llamado "Acuerdo general para la terminación del conflicto", tras seis meses de unas "conversaciones exploratorias".
Voceros oficiales habían dado a conocer que las negociaciones de paz se centrarán en los cinco puntos acordados durante las conversaciones exploratorias: el problema agrario, la participación política, el fin del conflicto, el narcotráfico y la situación de las víctimas.