22/10/12.-Un informe de la profesora Lisa Martino-Taylor, de la Universidad de San Luis en Misuri (centro de los Estados Unidos) reveló que en la época de la Guerra Fría, el Gobierno de Estados Unidos probó armas químicas en sus ciudadanos.
De acuerdo con Martino-Taylor y varios documentos secretos del Ejército de EE. UU., se realizaban pruebas secretas a través de Operación LAC (Cobertura de Largo Alcance, por sus siglas en ingles).
Esta operación, emprendida por los militares en los años 1950 y 1960, consistía en la dispersión de partículas microscópicas de sulfuro de zinc-cadmio (ZnCdS) sobre la mayor parte del país, con el fin de determinar la velocidad de propagación y la distribución geográfica de la sustancia. En el momento de la pulverización, el cadmio fue reconocido como una toxina.
Martino-Taylor informó que otro proyecto secreto del Ejército de EE.UU. es conocido como 'Manhattan-Rochester' (MRC) -por el nombre del grupo de investigación que lo descubrió-, también usó el ZnCdS, pero esta vez la sustancia estaba unida con el radio.
Esta prueba se realizó en la ciudad de San Luis y a la población local se le informó que eran los ensayos para la creación de una cortina de humo en caso de un ataque de las tropas soviéticas.
Martino-Taylor añadió que este estudio secreto utilizó “un área urbana, donde residían las personas de bajos ingresos, predominantemente de color, el 70 por ciento de ellos eran niños menores de 12 años”.
Agregó que el uso de San Luis se debió a que era muy similar, por su planificación urbanística, a las ciudades soviéticas.
Una empresa de Nueva Jersey (noreste del país), siguiendo este proyecto, desarrolló una pintura radiactiva que brillaba en la oscuridad, que fue introducida en el trabajo de una fábrica de relojes. Los trabajadores ingerían el radio lamiendo sus pinceles para pintar unos detalles en los relojes, porque se les dijo que la pintura no era dañina. Este acto provocó una serie de afecciones de cáncer. Y decenas de años después, el lugar donde se encontraba la planta sigue estando contaminado y todavía afecta a las personas que viven en las inmediaciones.
Luego de conocerse el informe de la profesora Lisa Martino-Taylor, los senadores del estado de Missouri, Clare Macaskill y Roy Blunt, exigieron explicaciones al Pentágono.