24 de Octubre.- Estados Unidos presentó hoy una demanda contra Bank of America y el emisor de préstamos Countrywide por un "fraude hipotecario" entre 2007 y 2009 que costó 1.000 millones de dólares al Estado, indicó la fiscalía federal.
Bank of America y Countrywide están acusados de haber puesto en marcha un sistema de otorgamiento de préstamos diseñado para procesar pedidos de hipotecas a alta velocidad sin los controles adecuados, según la denuncia.La demanda fue presentada por el fiscal Preet Bharara en los tribunales de Manhattan.
"Tras el colapso del mercado de préstamos 'subprime' en 2007, Countrywide comenzó un programa supuestamente fraudulento de otorgamiento de hipotecas llamado 'Hustle' diseñado para vender préstamos defectuosos a Fannie Mae y Freddie Mac", dos organismos paraestatales que absorbieron esos títulos durante la crisis, indicó un comunicado de la fiscalía.
"Bank of America continuó con 'Hustle' tras adquirir Countrywide en 2008", agregó, al referirse a la responsabilidad de la entidad bancaria.
De acuerdo con la demanda, los préstamos fraudulentos y defectuosos vendidos a Fannie Mae y Freddie Mac y que luego no pudieron ser cobrados generaron pérdidas por 1.000 millones de dólares, que el Estado reclama ahora al banco.
"Por sexta vez en 18 meses, esta oficina se ha visto en la obligación de demandar a un gran banco de Estados Unidos por sus imprudentes prácticas hipotecarias en el momento previo a la crisis financiera", dijo el fiscal Bharara.
Las autoridades estadounidenses han lanzado este año una nueva ofensiva conjunta, del gobierno federal y varios estados, para tratar de que los bancos paguen por sus abusos en la venta de títulos vinculados a préstamos hipotecarios de riesgo, responsables de la crisis financiera de 2008.
El presidente estadounidense Barack Obama formó en enero un grupo de trabajo sobre esta cuestión, el RMBS según su sigla en inglés, en nombre del cual el responsable de Justicia del Estado de Nueva York, Eric Schneidermann, presentó a principios de octubre una denuncia contra otro gran banco, JPMorgan Chase.
En ese caso, la demanda se refería a las actividades del exbanco de inversión global Bear Stearns, que JPMorgan Chase adquirió en marzo de 2008, y que está acusado de vender títulos adosados a paquetes de hipotecas, engañando a los inversionistas sobre la calidad de estos préstamos, que incluían deudores de hogares insolventes.
En ese momento, las autoridades no dieron cifras sobre el monto que esperaban recuperar, aunque las pérdidas generadas por esos productos fueron estimadas en 22.500 millones de dólares.