24 de noviembre de 2012.- Las interrogantes sobre el fallecimiento del líder palestino, Yasser Arafat, comenzarán a despejarse el próximo martes 26, cuando se exhumen sus restos para tomar muestras de sus tejidos, confirmaron fuentes en Ramala.
La sepultura de Abu Amar, su nombre de guerra, será abierta a petición de su viuda, Suha Arafat, quien en repetidas ocasiones ha expresado la casi certeza de que su esposo fue asesinado a través de una conspiración del gobierno israelí, que en diversas ocasiones trató sin éxito de ultimarlo.
Será doloroso y traumático, para mí y para su hija, pero necesario, dijo la señora Arafat esta semana, casi ocho años después de que el líder palestino fuera aquejado de una misteriosa y repentina enfermedad que lo mató en apenas días después de permanecer asediado durante meses en la Mukata, la sede del Gobierno palestino, por tropas israelíes que dispararon contra la edificación.
El Ejército israelí ha empleado municiones cargadas con uranio empobrecido en sus ataques contra zonas del sur libanés y no se descarta que lo hayan hecho también contra la sede palestina.
Los médicos franceses que lo atendieron en el hospital de París donde falleció rehusaron emitir un diagnóstico sobre las causas de su muerte y estudios posteriores de las pertenencias de Arafat mostraron niveles anormales de Polonio 210, una sustancia radiactiva letal de efecto lento, pero seguro.
Una pesquisa posterior mostró niveles anormales de esa sustancia en sus efectos personales.
A lo largo de sus años al frente de la Resistencia Palestina, que inicio en enero de 1965, Arafat fue blanco de cientos de intentos de asesinato por los servicios secretos israelíes.
