La Habana, marzo 24 - Los espiritistas debemos estar en trinchera de batalla… Vamos a hablar de cinco hombres, para que nos ayuden a luchar por estos cinco espíritus de alma y de obra… Necesitamos que los espiritistas del mundo se unan a esta causa, así se expresó Enrique Alemany, presidente de la Federación Espírita de La Habana y miembro de la Plataforma Pastoral por la Unidad de la Familia Cubana y la Reunificación de la Familia de los Cinco, al presentar a Olga Salanueva, esposa de René González, y a su nieto Ignacio René, ante el 7mo. Congreso Espírita Mundial.
Delegaciones de 24 países llenaban el Teatro Lázaro Peña, donde desde el día 22 se celebra el evento con el lema Ponle corazón al espiritismo de Cuba, y que culminará este domingo 24. Puestos de pie acogieron con aplausos la convocatoria a favor de los luchadores antiterroristas presos en cárceles de Estados Unidos desde hace casi 15 años, y sobre quienes pesan no solo las injustas condenas, sino castigos adicionales como impedir a René regrese a su familia luego de cumplir la condena, y que Gerardo no haya podido ver a su esposa Adriana desde hace 15 años.
Fue un momento especialmente emotivo en este Congreso de una doctrina ética que, aseguran sus seguidores, tiene como objetivo transformar al hombre en un ser capaz de construir un mundo mejor y más justo en la Tierra, cuando Alemany rindió tributo a quien dijo es un gran espiritista que ha desencarnado, el presidente bolivariano Hugo Rafael Chávez Frías, para el que clamó «Gloria al espíritu de Chávez…», «corazón del pueblo», como fue respondido por no pocos asistentes.
Olguita Salanueva agradeció la oportunidad para reclamar una vez más la liberación de quienes fueron condenados por proteger a todos los cubanos monitoreando a las organizaciones terroristas que desde el triunfo de la Revolución fueron organizadas y amparadas por los Gobiernos estadounidenses.
Pidió respeto a sus vidas, a las familias, a las esposas que los esperan, a la madres que los añoran, a los hijos con quienes no han podido estar, y agregó que se ha pedido justicia, pero ahora se exige solución para estos 15 años de encierro, y ello está en manos de la solidaridad.
Agradeció a las diversas religiones y creyentes que han brindado su apoyo, desde vecinos hasta el Consejo de Iglesias de Cuba, y muy especialmente a los espiritistas de Cuba en «la seguridad de que nos acompañarán hasta el final».
Denunció que desde el 2 de marzo Gerardo está nuevamente en lockdown (aislamiento) y explicó el especial ensañamiento contra él, para quien pidió «unirnos en carne y espíritu».
Sobre René González, su esposo, dijo que la hija menor de ambos, Ivette, a punto de cumplir los 15 años le faltará esa foto de toda la familia unida. René no puede sacar licencia de conducción porque sería publicar su dirección y poner su vida en peligro porque lo persiguen esos grupos terroristas en un país donde el terrorista Luis Posada Carriles sigue estando libre.
De Antonio Guerrero dijo que cuando salga de prisión tendrá que estar otros cinco años en «libertad supervisada», cuando su madre Mirta tiene ya 81 años y piensa que no le alcanzará la vida. Y todavía tiene condena que cumplir Fernando González.
Narró que René todos los días piensa en Ramón Labañino, a quien todavía le quedan por cumplir los mismos años que él pasó tras las rejas, y en Gerardo, de quien clamó Olga: «si no lo sacamos, si no nos unimos, morirá en la cárcel», y tiene el castigo adicional de no ver más a Adriana, quien tiene el derecho por ley a visitarlo.
Expuso que esta es una historia no contada y silenciada del pueblo de Cuba, que ha puesto los muertos, los heridos y los mutilados, más víctimas que las caídas en las Torres Gemelas, y estos cinco hombres están en la cárcel por defender la vida.
Olga Salanueva dijo a los presentes que ya les acompañaban los espíritus de las madres de Ramón y de Gerardo, y que el padre de René yace en una cama de hospital.
«Con mis hijos, ahora con mi nieto, saldré todos los días a la calle para decir que esto es una injusticia», clamó Olguita, quien aseveró que está en manos del Presidente de Estados Unidos darle solución liberándolos.
«Ellos cinco son el pueblo de Cuba, pensar en Gerardo es pensar en el pueblo de Cuba, es pensar en todos lo hombres buenos del mundo», sentenció en palabras que fueron acogidas con el aplauso unánime de los presentes en el 7mo. Congreso Espírita Mundial.