Caracas, mayo 13 - El miércoles pasado la diputada María Corina Machado logró un derecho de palabra en el Senado colombiano. Dramatizadamente contó su versión de lo sucedido durante la tángana de la Asamblea Nacional que provocaron los diputados de la derecha el 29 de abril y cómo el presidente del Parlamento venezolano les quitó el derecho de palabra por no reconocer al presidente de la República, Nicolás Maduro.
Tras su relato, presentado con curas en la nariz queriendo hacer ver que en Venezuela se atenta contra la democracia, el senador del Polo Democrático Alexander López Maya, le dijo lo que realmente era atentar contra la democracia y contó la trágica historia de los asesinatos políticos en Colombia.
Pero hubo más. Quiso el destino algo insólito. Al senador López Maya se le acabó el tiempo de intervención y, en el interín, dijo que se le negaba la posibilidad de expresarse. Logró entonces que un colega le cediera su tiempo, pero allí, frente a Machado, el presidente del senado conminó a López Maya a que dijera que sí había libertad de expresión o no le prendía el micrófono. En ese momento la TV no enfocó la cara de Machado. (Debió ser un poema, no oda)
Senador Alexander López (AL): —Lo primero es que nosotros aprobamos una proposición en la que podía hablar la oposición venezolana, pero también el oficialismo, así que empecemos a hablarle claro al país y de manera concreta. Segundo, diputada Corina, nosotros tampoco compartimos que la diferencia y la discusión se resuelva a partir de la agresión física. Lamentamos que eso haya ocurrido y no compartimos que le haya ocurrido eso a usted y a sus ocho compañeros. Nosotros somos la oposición aquí en Colombia y, por fortuna, a ustedes les ocurre solamente eso. Yo quiero contarle a usted, doctora Corina, que a nosotros, desde nuestro origen como izquierda, nos han asesinado cuatro candidatos presidenciales. A nosotros, a esta postura política que se ha tenido en este país, nos asesinaron todo un movimiento político, la Unión Patriótica, más de 3 mil dirigentes políticos, senadores, representantes, asesinados, doctora Corina, totalmente borrados de la política de este país. Hoy nosotros, que representamos la izquierda en este país, el gobierno anterior interceptó no solamente nuestros correos sino nuestros números telefónicos.
El gobierno anterior nos persiguió todo el tiempo. Yo y varios de mis compañeros fuimos víctimas de montajes organizados desde las brigadas del Ejército en este país. De esa democracia que hablan mis colegas aquí surgió que un director del DAS nombrado por el presidente Uribe, le entregaba a los grupos paramilitares los listados de dirigentes sindicales para que fueran asesinados y desde esa misma democracia de la que se habla aquí, han asesinado a miles de colombianos. Algunos, no todos, miembros de la Fuerza Pública, en algo se denominó falsos positivos. En esta democracia de la que usted habla, el movimiento sindical tiene mínimos derechos, mínimas garantías, y todos los días se violan los derechos laborales aquí.
Presidente del Senado (PS): —Un minuto para que termine, senador Alexander López. Recuerde que este es un debate.
AL: —Señor presidente, esta es una garantía de la oposición y de la democracia.
PS: —Tiene la palabra el senador Camilo Romero.
AL: —Presidente, necesito más tiempo.
PS: —Senador Camilo Romero ¿Le cede usted tiempo a su compañero?
Camilo Romero (CR): —Voy a hablar, por supuesto, señor presidente, pero creo que es necesario terminar de escuchar al senador López, así que pido mi tiempo y pido más tiempo para el senador López.
PS: —¿Usted va a hacer uso de la palabra, senador Romero?
CR: —Que sí, presidente, le estoy diciendo.
PS: —Senador Alexander, le doy el tiempo que necesite si usted afirma con veracidad que aquí ha tenido todas las garantías, pero si usted va a afirmar que no las tiene cuando las ha utilizado para que alguien se lleve una imagen equívoca de este Congreso, me parece que usted estaría faltando a la verdad. Y la mesa directiva también tiene derecho a rectificarlo. Devuélvale el sonido al senador López para que haga uso libre de la palabra como lo ha hecho siempre en esta mesa directiva.
AL: —Debe ser así a la oposición. Entonces, doctora Corina, le decía que aquí todos los días se le violan los derechos humanos a los trabajadores. Aquí permanentemente se violan los derechos humanos. Los defensores de derechos humanos son permanente perseguidos, agredidos y asesinados, no todos. Los reclamantes de tierra, en nombre de miles de campesinos, son asesinados también en este país. Así que, doctora Corina, yo lamento también contarle estas particularidades de mi país, que ojalá en otros congresos permitan que nosotros divulguemos, todo esto que ocurre en Colombia, que tal vez es mucho más grave que lo que ocurre en su país. Ojalá que esto no ocurra en su país ni en mi país, porque nosotros amamos también al pueblo venezolano. Somos pueblos bolivarianos, somos pueblos que somos llamados a la libertad y por eso nosotros consideramos que en todo escenario, que en toda esta discusión que se presenta, cada uno interpreta la democracia a su manera y la democracia que hay en este país no es tal como se quiere reflejar en este Congreso.
No porque nosotros hablemos aquí significa que haya democracia, no porque nosotros desarrollemos nuestras actividades o logramos que un sector de los colombianos nos acompañe significa que en este país haya democracia. Por eso, yo también reclamo para esta oposición, la oposición del pueblo democrático, y hoy mis compañeros que también hacen oposición en este país, reclamo garantías, no garantías de la palabra, sino garantías para nosotros acompañar al pueblo colombiano en su tragedia, un pueblo que más de la mitad del pueblo colombiano se encuentra en la pobreza, un pueblo colombiano que más de un 25% se hunde en la indigencia, un pueblo colombiano que hoy recibe de un gobierno decisiones absolutamente contrarias a la realidad social que vive este país.
De esta manera, doctora María Corina, yo quería expresarle a usted nuestra preocupación por lo que está ocurriendo en Venezuela y aspiramos que en un escenario de conciliación se logre resolver el conflicto político que hay en este momento.