Quito, junio 20 - La guerra por la información es un “nuevo juego” de las potencias mundiales, que buscan interceptar información que conecta a todos los continentes. Así manifestó vía Internet el fundador de Wikileaks, Julian Assange, durante su participación en la Primera Cumbre de Periodismo Responsable realizada en Ecuador.
Según Assange, asilado en la Embajada de Ecuador en Londres desde hace un año, existe una “explosión descontrolada” de Estados Unidos y “sus amigos” por inmiscuirse en temas confidenciales. “Por ejemplo, se está interceptando el 99% de conversaciones en América Latina, a través de Estados Unidos, cuando salen al resto del mundo”, señaló.
Por otro lado, Assange lamentó que el derecho a la información y a la comunicación esté corrompido por censuras gubernamentales, autocensuras o sesgos políticos. “Es lamentable observar la corrupción de estos derechos (…) Utilizar el periodismo para promover guerras o mentiras flagrantes de hacer públicos por intereses específicos”, agregó durante su intervención.
Recordó algunos casos sobre la manipulación de la información para favorecer a élites locales o a patrocinadores. Además señaló que el hecho que los medios de comunicación estén en manos de pocas familias o en propiedad de banqueros es un tema a escala mundial.
Assange mencionó al diario estadounidense New York Times, que se rehusó a publicar “gran cantidad” de documentos (cables de Wikileaks) y redujo partes claves de otros. “Colaboró con la CIA, con el Departamento de Estado, con la Casa Blanca, todos los días, durante la publicación de los cables diplomáticos de Estados Unidos. Esto fue admitido por el propio editor”, contó Assange.
“El editor del diario se negó a publicar crímenes de guerra en Irak, la participación no ética del Departamento de Estado”, agregó. “Un cable, por ejemplo, de 62 páginas se redujo a un solo párrafo en su publicación. Rompió el acuerdo de publicar la totalidad del cable”, dijo.
Assange finalizó su intervención de alrededor de 40 minutos asegurando que Wikileaks no ha dejando de obtener información de fuentes, han seguido operando y no han destruido nada de la información recogida. Además señaló sobre la publicación de un libro que recoge todos los ejemplos de censura a los cables de Wikileaks.