5 de julio de 2013.- Dirigentes estudiantiles de Perú, exigen a las autoridades judiciales de esa nación la puesta en libertad de 10 estudiantes que fueron detenidos por la policía en una manifestación violenta que se registró este jueves en diversas regiones de ese país.
La demanda fue presentada este viernes en la estación central de la Policía en la capital peruana, por parte del abogado Arturo Mendoza, acompañado de otros jóvenes.La intención es demandar a las autoridades para evitar los arrestos y detenciones que consideran arbitrarias, porque según Mendoza los jóvenes no cometieron ningún delito.
Los estudiantes marcharon junto a trabajadores públicos en contra de la promulgada Ley del Servicio Público y acciones que supuestamente promovió el Gobierno en contra de la autonomía universitaria a través del proyecto de Ley universitaria. La ministra de Educación de Perú, Patricia Salas, aseguró que una superintendencia prevista en el proyecto no intervendrá en cuestiones académicas.
La detención de los jóvenes se llevó a cabo en medio de la manifestación en junto a dirigentes de la Confederación General de Trabajadores (CGTP), debido a que intentaron ingresar al centro de Lima (capital) para llegar la sede del Congreso para dialogar con el primer ministro, Juan Jiménez, y la policía no se los permitió.
Este funcionario por su parte, aseguró estar dispuesto a dialogar y atribuyó las protestas a la acción de grupos políticos conservadores que desinforman a la ciudadanía.
Las movilizaciones de los jóvenes estudiantiles comenzaron en Chile desde mayo de 2011 y su objetivo es el repudio al sistema educativo que tiene su origen en la dictadura de Augusto Pinochet, y que antecedió a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), la cuál dejó como ente regulador en esa materia al Estado, quien dio funciones a entes privados para dirijan parte de la cúpula educativa nacional.
En 2006, una protesta similar se llevó a cabo en rechazo a la LOCE, la cual fue reemplazada por la Ley General de Educación que no generó mucha satisfacción en la comunidad educativa. Esta protesta fue conocida como la “Revolución pingüina”.
