Florida, agosto 21 - Muchos niños regresaron a sus clases en Miami con infinitas aventuras que contar. Son los hijos de “exiliados” cubanos, cuyos padres, que aseguran haber huido de una feroz dictadura, los enviaron a pasar las vacaciones de verano en la isla caribeña de la cual ellos dicen haber huido.
“Yo mando a José Luis con mi madre (en Cuba) por no más de 400 dólares, le envío dinero para que lo alimente y compre algunas cosas para el resto de la familia. Pero también es mucho más seguro. En Cuba no hay violencia, no hay drogas, los niños no son abusados. Yo sé que con mi madre, mi hijo está seguro”, enfatiza Luisa Menéndez, cubana que habita en Miami pero envía a su hijo a pasar las vacaciones en la isla.
“Me bañaba todo el día en el río de casa de mi abuela”, dijo José Luis González, un joven de 12 años que regresó al país de sus padres por segundo año consecutivo para pasar el verano con la abuela materna, según indica el diario El Mundo de España.
El joven es uno de los miles de niños y adolescentes cubanos que fueron enviados en junio y julio a Cuba por sus padres, y volvieron maravillados con el ambiente que encontraron. “Claro que no tuve problemas, ¿qué problemas iba a tener? Estuve con mis primos de nuevo, fuimos al cine, a la playa, anduve a caballo”, agrega.
Lo que le sucedió con José Luis puede parecer normal en algunos países del mundo, pero en Florida donde, sin contar las playas o Disneyworld, los padres no tienen muchas opciones para entretener a los hijos en los meses de verano, Cuba aparece como una alternativa seductora.
Todos los años cuando llega el verano, millones de padres se debaten con el mismo problema: ¿qué hacer con sus hijos? En una sociedad como la de Miami, donde generalmente tanto la madre como el padre trabajan, a menos que hayan unos abuelos jubilados que los cuiden en esos meses, el asunto es un dolor de cabeza.
No hay una cifra exacta sobre la cantidad de niños cubanoamericanos que están viajando a Cuba para pasar el verano con sus familias. Pero no sólo los funcionarios de aduana en el aeropuerto de La Habana se han hecho eco del fenómeno, sino también los que viven en Miami. Es fácil constatar como durante el verano se ha incrementado notablemente el número de niños que viajan solos a Cuba.
Incluso, en supermercados, peluquerías y centros de trabajo, es común encontrar a personas hablando de los viajes de sus hijos a Cuba durante el verano, ya sea porque piensan enviarlos o porque han vuelto.
“Curiosamente, en una ciudad altamente politizada como Miami, donde el exilio cubano anticomunista todavía tiene alguna influencia, este tipo de viajes no está levantando muchas críticas pese a que muchos exiliados de línea dura critican todos los nexos con la isla”, señala El Mundo. “Tampoco ha llegado a las radios locales siempre tan pródigas en aplastar a todo lo que huela a conexiones con Cuba. Hay varias interpretaciones”.
AVANCES EN RESTRICCIONES DESDE EEUU A CUBA
Hace dos años, el presidente Barack Obama aprobó el levantamiento de todo tipo de restricciones en los viajes de los cubanoamericanos a su país de origen. Incluso, quitó todas las limitaciones al envío de remesas. Hace tres semanas, el Departamento de Estado anunció que pasará a conceder a los cubanos visas múltiples de ingreso a Estados Unidos válidas durante cinco años.
El 14 de enero entró en vigencia una reforma migratoria en Cuba, que acabó con los permisos de salida para los cubanos, con lo cual todos pueden viajar libremente al exterior a menos que se encuentren en libertad condicional.
“Esto es un fenómeno muy interesante que se ha creado en menos de seis meses, muy rápidamente, sin que nadie lo pudiera anticipar. Los niños de acá está viajando allá. Pero ahora, los de allá también pueden venir a Miami a ver a su familia. Me pregunto qué influencia tendrá esto en el futuro de Cuba, porque los viejitos de acá ya no cuentan, lo más que pueden es suspirar”, dice Gutiérrez.