Quito, diciembre 18 - El Tribunal de Apelaciones de Ontario (Canadá) dictaminó que Ecuador tiene el derecho y la competencia para ejecutar la sentencia que exige el pago de 9.5 millones de dólares a Chevron, por la contaminación que afectó a la Amazonía ecuatoriana.
La orden del Tribunal también dictamina que dos filiales canadienses de Chevron deben cancelar a Ecuador un total de cien mil dólares, según informó el medio canadiense CSRWire.
La decisión emitida por tres jueces del Tribunal sostiene que “Después de todos estos años, los demandantes ecuatorianos merecen tener el reconocimiento y que la ejecución de la sentencia ecuatoriana sea escuchada en una jurisdicción apropiada".
El abogado de la Unión de Afectados por las Operaciones de Texaco, Pablo Fajardo, afirmó que con esta orden tienen “la oportunidad de parar a Chevron y que no huya de la escena de sus crímenes ambientales en Ecuador después de que se dictó una sentencia válida en contra de ella”.
En entrevista para la agencia Andes, otro de los abogados, Juan Pablo Sáenz, consideró como un logro importante el dictamen, “porque a pesar que la petrolera se opuso a que la jurisdicción canadiense reconozca la sentencia realizada en Ecuador, la corte canadiense ratificó la jurisdicción y se aceptó la apelación para que el proceso no sea detenido y se reconozca la sentencia realizada en Ecuador”.
La sentencia de la Corte canadiense evidencia cómo Tribunales de otros países reconocen el daño causado por la Chevron, “y no como lo hizo el juez de la Corte de Nueva York, Lewis Kaplan, durante el juicio Rico ((Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act), que estaba dispuesto a hacer lo que le diga la petrolera”, agregó Sáenz.
La petrolera estadounidense Chevron fue condenada a pagar por la Corte Nacional de Justicia del Ecuador (CNJ) en fallo de última instancia un total de 9,511 millones de dólares por los daños ambientales ocasionados en la Amazonía.
La sentencia, de 222 páginas, ratifica el fallo emitido por la Corte de Sucumbíos aunque redujo el monto a pagar por parte de la petrolera a los ciudadanos afectados por la contaminación ambiental que, según peritos internacionales, Chevron dejó en la Amazonia del país suramericano.
El documento también indica que las disculpas públicas que se le exigía a la petrolera estadounidense no proceden por no existir la figura en la legislación ecuatoriana.
Chevron-Texaco explotó el crudo en lo que hoy son las provincias de Sucumbíos y Orellana (centro norte de Ecuador) durante 26 años, entre 1964 y 1990.
Pero al salir del país, la empresa dejó en aquella zona pasivos ambientales que han sido denunciados por el presidente ecuatoriano Rafael Correa.
La denuncia señala que la petrolera vertió 15 mil 834 millones de galones de agua tóxica, altamente cancerígena, admitido incluso por el propio representante legal de Texaco, Rodrigo Pérez Pallares.
Además, en ese lapso se quemaron 235 mil millones de pies cúbicos de gas al aire libre. El presidente Rafael Correa difundió que ese desastre supera 85 veces al derrame de British Petroleum en el Golfo de México y 18 veces al desastre de Exxon Valdez, en las costas de Alaska.