El banco español advierte a sus clientes de los peligros para la economía si gana Dilma en octubre

Dilma Rousseff analiza proceso judicial contra Santander por violación de la ley electoral de Brasil

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en el Palacio de la Alvorada, en Brasilia, donde en días pasados habló con periodistas sobre la injerencia del titular del banco Santander, Emilio Botín, en el proceso comicial del país sudamericano. El dirigente del Partido de los Trabajadores, Rui Falcao, dijo que se trata de terrorismo electoral

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en el Palacio de la Alvorada, en Brasilia, donde en días pasados habló con periodistas sobre la injerencia del titular del banco Santander, Emilio Botín, en el proceso comicial del país sudamericano. El dirigente del Partido de los Trabajadores, Rui Falcao, dijo que se trata de terrorismo electoral

Es inadmisible aceptar interferencias, dice la presidenta y candidata a la relección

Miércoles 30 de julio de 2014

Brasilia, 29 de julio.

Con el botín a otra parte. La presidenta brasileña y candidata a la relección, Dilma Rousseff, perdió la paciencia con el titular del banco español  Santander, Emilio Botín, de quien demandó explicaciones por su injerencia en la campaña hacia los comicios del próximo 5 de octubre.

Es inadmisible para cualquier país aceptar interferencias de este tipo. Esto es lamentable, intolerable para cualquier candidato, tanto para mí como para otro, sostuvo Rousseff durante una entrevista televisiva concedida ayer en el Palacio de Alvorada, residencia oficial en Brasilia.

Cuando los reporteros le preguntaron directamente por Botín, la mandataria reaccionó con el gesto de hastío que había exhibido hace un mes al ser consultada sobre las maniobras turbias y la prepotencia del jefe de la FIFA, Joseph Blatter.

Voy a tener una actitud muy clara frente al banco (...) soy la presidenta de la República (...) conozco bastante bien al presidente del banco (Santander) y pretendo conversar (con él) al respecto (...) las disculpas que recibimos son demasiado protocolarias, respondió indignada.

Del contenido y el tono de las declaraciones de Rousseff se desprende que no pretende dejar en el olvido la insolencia del banquero amigo del abdicado rey Juan Carlos, a quien había acompañado durante su último viaje a Brasilia, en 2012.

Además, Dilma insinuó que pretende abrir un proceso por violación de la ley electoral, mientras desde el Partido de los Trabajadores, su titular, Rui Falcao, sostuvo que “este filme ya lo vimos, ya que el Santander está realizando unterrorismo electoral similar al urdido por la banca en 2002 para impedir la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva.

El escándalo del Santander, que por estos días es el asunto dominante en el debate hacia la justa del 5 de octubre, se originó el mes pasado, pero adquirió dimensión pública el último viernes.

Ajeno a las sutilezas diplomáticas, el banco ibérico irrumpió en la campaña brasileña de una forma rústica, demostrando que apuesta por la derrota de Dilma y por la victoria del conservador Aécio Neves, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB).

En una nota enviada a principios de julio a sus clientes con movimientos superiores a 10 mil reales mensuales (unos 40 mil pesos o 4 mil 900 dólares), Santander los asustó sobre las consecuencias de un segundo gobierno de Dilma, o cuarto consecutivo del Partido de los Trabajadores, si se toman en cuenta los dos de Lula da Silva, entre 2003 y 2010.

En el extracto de la institución distribuido a miles de ahorradores, se opina que Brasil enfrenta un escenario catastrófico debido al bajo crecimiento, la inflación alta y el déficit de cuenta corriente, y se vaticina que todo puede ser peor si Dilma se afirma como la favorita en las encuestas, la última de las cuales, publicada hace una semana, le da 38 por ciento de la intención del voto, contra 22 por ciento de Aécio Neves, apadrinado por el ex mandatario Fernando Henrique Cardoso.

Si ella (Rousseff) vuelve a subir en los sondeos puede resurgir un escenario económico adverso. La moneda volvería a devaluarse, las tasas de interés retomarían el alza y el índice Bovespa (Bolsa de San Pablo) caería, presagió con lenguaje proselitista el partido del Santander, no reconocido como tal, en la nota que motivó el descontento gubernamental.

En Río de Janeiro, donde coordina junto a Telefónica de España un encuentro de rectores, Emilio Botín ensayó una disculpa poco convincente, con el argumento de que el boletín fue elaborado por un analista de menor rango y prometió adoptar medidas para recomponer el diálogo con el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo.

Santander Brasil se dirige al público para esclarecer que el referido texto (...) que ha repercutido en los medios (...) no refleja de forma alguna la posición de la institución. El texto viola una directriz interna que señala que todo análisis económico enviado a los clientes se refiera a variables económicas sin ningún sesgo partidista, se lee en la página oficial del banco.

Pero al parecer, la retórica conciliadora de Botín y sus asesores de imagen fracasó en la tarea de reparar el daño causado a la relación con el Planalto, ya que en la tarde de ayer seguía en pie la decisión de que ningún alto funcionario participe en el evento que se realizaba en Río bajo los auspicios de Santander y Telefónica.

Para el gobierno y el PT, Botín pisó en falso al sumarse a la task force de los banqueros locales embarcados en la misión de impedir que la presidenta venza en la primera vuelta electoral apostando en un segundo turno, el 26 de octubre, con un escenario económico que, imaginan, se habrá estresado por la incertidumbre de los mercados.

En los mentideros políticos se dice que ese plan para desestabilizar la economía sería obra de Pedro Malán, ejecutivo del Banco Itaú, ministro de Hacienda de Cardoso entre 1995 y 2003, y una fuente bastante consultada por la británica, y neoliberal The Economist, junto con Arminio Fraga, quien está a cargo del programa económico del candidato del PSDB, Aécio Neves.

Algunos recuerdan que en la campaña de 2002 el ex jefe de Arminio Fraga, el especulador húngaro George Soros, ante el riesgo de una victoria de Lula da Silva se encolumnó junto al PSDB y proclamó: José Serra (candidato socialdemócrata) o el caos, consigna que tuvo eco entre los operadores bursátiles de San Pablo y Wall Street.



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