Fernando Buen Abad: “Violencia en México es la receta de Colombia”

Fernando Buen Abad Domínguez.

Fernando Buen Abad Domínguez.

Credito: www.lacapital.org.ar

23 Nov. 2014 - Al mexicano Fernando Buen Abad le aterrorizan los 140 mil muertos y 30 mil desaparecidos que, según dijo, se han registrado en México desde que el presidente Enrique Peña Nieto llegó al poder en diciembre de 2012.

Sin tapujos acusa al Mandatario de ser cómplice de los carteles de la droga que hoy por hoy dominan al Estado mexicano, al que compara con la Colombia de los 80 y 90 y ha denominado "narcoestado".

El escritor, filósofo y semiólogo aboga porque la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, no quede impune. Cree que con un proyecto democrático que revise y le haga frente a todos los hechos violentos que están ocurriendo el país pueda salir adelante. Desde México, vía telefónica conversó con PANORAMA sobre los problemas que hoy aquejan a su nación.

—México está conmocionado por crímenes atroces y más reciente la desaparición de 43 estudiantes, ¿qué está sucediendo en el país?

—Han ocurrido una serie de asesinatos y por otra parte hay 43 estudiantes de la secundaria normal de Ayotzinapa desaparecidos, han pasado ya 53 días y no tenemos una noticia oficial del paradero de estos muchachos, no tenemos claridad sobre los autores intelectuales y materiales del crimen, nos sentimos perdidos porque no tenemos un Estado o un gobierno que sea capaz de haber dado respuestas creíbles y serias al respecto. Lo otro es que hay un pueblo que se ha levantado en protestas, un pueblo que no está dispuesto a seguir soportando los engaños, las mentiras y la falta de información oficial en la que está metido el Gobierno.

—¿Ha subestimado el Gobierno el conflicto?

—No lo ha subestimado, lo que ha hecho es manipularlo, porque hay en puertas un proceso electoral, está por hacerse un recambio de gobernadores, de presidentes municipales, de diputados, y en este momento están manejando la información a conveniencia de esa situación electoral. Por otro lado, me queda muy claro que el gobierno de Enrique Peña Nieto no tiene interés de resolver este asunto, porque están inmiscuidos todos los intereses de un gobierno, que en principio es un gobierno cómplice de EE UU.

—Alrededor de las protestas se ha dicho que hay vandalismo o que son vándalos los que protestan, ¿usted qué opina?

—Los vándalos son los del Gobierno y el vándalo principal es Enrique Peña Nieto, el secretario de Gobernación y el director de la Procuraduría General de la República, ellos son los vándalos realmente. Han infiltrado a espías en las manifestaciones estudiantiles, personas del Ejército también que han aparecido allí cometiendo actos delictivos, quienes han quemado edificios y puertas. Se ha visto la mano del Gobierno infiltrada en las protestas, en lugar de proteger al pueblo.

—Entre el México actual y la Colombia de los 80 y 90, ¿qué similitudes existen?

—Son las mismas, ambos casos son narcoestado, con un proyecto ordenado desde Washington para hacer metástasis, sobre todo en América latina, para imponer un proyecto de narcoestado en la región. Ahora mismo se han organizado en la Alianza del Pacífico, cuyo proyecto es una alianza de corte militar y de corte servil a la idea de crear un espacio de libre comercio con Estados Unidos, para eso son creados estos narcoestados, se alimentan con militares y paramilitares, atacan a los pueblos. La misma cantidad de desplazados que uno conoce en Colombia están en México, que han sido desplazados por los narcotraficantes, por el Ejército y la violencia, tenemos más de 140 mil muertos en una guerra que llaman contra el narcotráfico, pero que es una guerra para militarizar al país. Tenemos más de 30 mil desaparecidos en México, es un escándalo que nos da noticia de que se trata de la misma receta.

—¿Por qué los carteles dominan el estado de Guerrero?

—No es así, los carteles dominan todo el país, desde el norte hasta el sur, todos los estados (...). Hay investigaciones profundas de cómo en el estado de Tamaulipas reina un cartel, en Chihuahua, o en Michoacán o en el sureste hemos visto episodios de balaceras de narcotraficantes, en Cancún, y los hemos visto en la frontera sur con Guatemala y en Acapulco, el país entero está padeciendo esto. En el Distrito Federal, en el estado de México, que es la zona acomodada del DF, usted tiene la presencia de grupos del crimen organizado haciendo de las suyas en convivencia con el Gobierno, porque nadie puede desarrollar un imperio del crimen organizado como el que existe sin la complicidad del Estado.


—El presidente Peña Nieto dijo que intentan desestabilizar su gobierno...

—Yo creo que está tratando de hacer una táctica para distraernos. Él se pronunció en un discurso diciendo que hay gente que quiere desestabilizar el proyecto de reformas que ha impulsado, yo le digo que sí. Yo quisiera desestabilizar un proyecto de privatización como el que ha impulsado, yo creo que esto traiciona los intereses reales de la República y yo no quiero que eso triunfe. Pero no estoy llamando a un acto violento, estoy ejerciendo mi derecho como ciudadano a la crítica, ejerzo mi derecho responsablemente pero no con violencia sino llamando a la democracia, él a eso le llama desestabilizar. Ha acusado a varios periodistas de sembrar información falsa sobre una casa que compró su mujer.

—El gobierno de Peña Nieto ha estado envuelto en escándalos, ahora se presentó la compra de una mansión por parte de su esposa…

—La casa cuesta 7 millones de dólares, lo cual es realmente obsceno en un país con la pobreza que hay en México, donde los estudiantes no tienen acceso a la educación, donde hay hambruna en algunas regiones de los pueblos originarios. Nadie puede tener una casa de 7 millones de dólares cuando el país se está cayendo a pedazos.


—Ante tantos crímenes atroces, ¿qué tan infiltrados están los cuerpos policiales?

—Este es un narcoestado, es un estado tomado íntegramente por el narcotráfico. Es un estado que al igual que en Colombia se ha convertido en un narcoestado y es el modelo que están impulsando para América Latina. No hay diferencias entre narcotraficantes y gobernantes ahora mismo y sí son cómplices. Habrá uno o dos policías honestos pero estarán amenazados porque fíjese usted una persona que no esté dispuesta a ocultar cadáveres, o que no esté dispuesta a ver que se trafica con drogas, no es la clase de persona que le conviene a esta industria del crimen organizado.

—¿Por qué ha habido tan poca solidaridad internacional en este tema?

—Ha habido la voz del presidente Evo Morales, que ha reclamado justicia, el presidente Correa y el presidente (Nicolás) Maduro también han hecho alguna expresión, pero está faltando me parece un encuentro a nivel de la Celac y de los países que defienden los derechos humanos, como lo hace Argentina, líder en esta materia. Yo pediría pronunciamientos más sistemáticos y que participaran organismos de derechos humanos y comisiones de diputados y movimientos sociales para apoyar a los padres (de los estudiantes) en su demanda de justicia.

—¿Cómo cree que pueda salir México de esta situación?

—Con un esfuerzo democrático muy fuerte, México tiene una salida importante si somos capaces ahora de crear un frente único nacional o un proyecto democrático que revise todo lo que está pasando, que por la vía democrática, con la voluntad de un pueblo expresada voto por voto, calle por calle, plaza por plaza, diciendo que no queremos este baño de sangre, que no queremos entregar la riqueza del país y que mucho menos tenemos la intención de levantar la bandera norteamericana en lugar de la mexicana. Debemos tomar conciencia organizadamente para constituir una fuerza capaz de meter las manos al fondo de esto y sacar un país en el corto plazo renovado y con una vida democrática seria.

—¿Cuál cree que sea el futuro del presidente Peña Nieto?

—Yo quisiera que renunciara, me uno a las voces del pueblo que está pidiendo su renuncia, yo quisiera que rindiera cuentas en un juicio político porque se tardó mucho tiempo en responder a las demandas del pueblo, porque hasta ahora ha sido incapaz de dar respuesta a las familias y estudiantes de Ayotzinapa, al contrario de estar atento y estar cerca. Él debería estar instalado con la Presidencia del país en Ayotzinapa, hasta que no salga la verdad no debería moverse de allí y más bien se fue a China. No ha sido un presidente que acompañe el dolor que están padeciendo las víctimas de un crimen que es un crimen de Estado.

 



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