Ramala, diciembre 12 - Los palestinos se congregaron el jueves en la ciudad de Ramala en Cisjordania, ocupada por el Israel, para despedir al fallecido ministro palestino para Asuntos de las Colonias y el Muro Ziad Abu Ein, asesinado por soldados israelíes el miércoles.
A la ceremonia asistieron ciudadanos palestinos, familiares de Abu Ein y autoridades del Gobierno, quienes se encontraron en el despacho del presidente, Mahmud Abás, e iniciaron una simbólica marcha hasta un cementerio cercano.
Miles se manifestaron indignados por la muerte del ministro y corearon consignas como “tu sangre no será derramada en vano”, mientras soldados palestinos dirigían el féretro al campo santo.
Posteriormenete recorrieron las calles de Ramala, con imágenes de Abu Ein, tras su entierro, pues descansará junto a otros históricos "mártires" de la resistencia palestina. Allí reposa también, entre otros, el líder del Frente para la Liberación de Palestina, Abu Ali Mutafá.
Abbas calificó el asesinato como “un acto bárbaro” el cual no se puede silenciar ni aceptar y el ministro de Comunicaciones de Palestina, Mohamad Momani, añadió que la muerte del ministro palestino es “una clara violación de los derechos humanos por parte de las fuerzas de ocupación israelíes”.
Entretanto, el régimen de Tel Aviv desplegó un numeroso contingente militar en la zona ocupada, bajo el pretexto de evitar posibles enfrentamientos, pues el cementerio está ubicado en un predio donde Israel construyó asentamientos ilegales.
“Después de escuchar los resultados de la autopsia, el Gobierno palestino sostiene que el régimen de Israel es plenamente responsable del asesinato de Ziad Abu Ein”, ha recalcado el portavoz del gobierno palestino, Ihab Bseiso.
El primer ministro israelí, Benjanmín Netanyahu, ha advertió que el régimen no tolerará a Palestina bajo el reconocimiento de Estado independiente y evadió preguntas sobre las recomendaciones de frenar la construcción de asentamientos ilegales.
Abu Ein, era quien gestionaba asuntos relacionados con los asentamientos israelíes. Fue golpeado brutalmente con la culata de fusiles por varios soldados, durante la protesta desarrollada en el pueblo Turmus Ayya, en territorio ocupado.
