Abusivos intereses, comisiones a políticos...

Hay indicios de deuda ilegítima, según miembro Comité auditoría de deuda griega

Atenas, abril 25 - La deuda externa de Grecia es ilegítima y existirían pruebas que así lo demostrarían, según Sergi Cutillas, miembro del Comité de auditoría de la deuda griega, en declaraciones a Sputnik Nóvosti.

Según explicó Cutillas a esta agencia, el Comité citó a varios ministros griegos "que habían encontrado algunas evidencias" del carácter ilegítimo de la deuda externa del país, aunque rehusó dar detalles y emplazó a la presentación del informe.

Citó como ejemplo el interés abusivo al que se financió el primer rescate de Grecia y que "ha generado una deuda que es ilegítima".

"Luego hay otros tipos de gastos generados por comisiones a políticos por parte de grandes transnacionales armamentísticas o en el sector sanitario que supondrían una deuda ilegal", detalló.

Añadió que las medidas de austeridad que incrementaron la deuda fueron impuestas "por instituciones de dudosa legitimidad democrática" lo que "permiten considerar que la deuda es odiosa".

Existen pocas posibilidades de que Atenas y Bruselas alcancen un acuerdo que permita a Grecia volver a recibir la ayuda financiera suspendida en agosto, ante lo cual el Gobierno griego adoptará un giro radical que le permita tomar decisiones soberanas, opinó Cutillas.

"Dada la situación en la que estamos, dudo que se llegue a un acuerdo que satisfaga a las dos partes", explicó.

Según el economista, "las partes tienen ideologías diferentes" y existen dudas de que el ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, "aceptase lo que se impone desde el núcleo duro de la eurozona", ya que supondría una escisión dentro del Gobierno y la necesidad "de que una parte de Syriza se juntase con fuerzas como To Potami (centro) o Pasok (socialdemócratas)".

Cutillas cree que este paso "supondría la pérdida del apoyo de la gente que ha votado a este partido (Syriza)" y equivaldría, "aunque durase algunos meses, al fin de esta fuerza".

El miembro del Comité de la auditoría de la deuda griega cree que Syriza no se encuentra en "ese camino, sino más bien en hacer un giro hacia la radicalidad democrática y tomar decisiones soberanas".

Cutillas explica que cuando Syriza llegó al Gobierno griego "inició un proceso de negociaciones en el que al principio proponía quitas moderadas de deuda a cambio de (modificar) los plazos de pago, también rebaja en los tipos de interés", pero "le dijeron que eso no podía ni considerarse".

Atenas entonces "rebajó su propuesta, una propuesta de rebaja de tipos de interés y de cambio de plazos, de relacionar el pago de la deuda con el crecimiento del PIB, de la economía", pero "también a esto se les dijo que no".

Finalmente "se llegó a un acuerdo el 20 de febrero, un acuerdo muy ambiguo que dejaba muy abierta la interpretación", pero ahora "parece que las negociaciones están estancadas".

"Lo que está claro es que se les pedía (…) continuar con las privatizaciones" y "esto no se ha llevado a cabo", señala.

El Gobierno griego, afirma, "no ha continuado llevando a cabo estas privatizaciones, estas flexibilizaciones, como las llaman, del mercado laboral, y esto ha supuesto también que por el otro lado se sea intransigente".

Según Cutillas, los acreedores "quieren ver primero que se continúa con la austeridad antes de desembolsar la última parte del rescate, que son estos 7.200 millones que parece que no están llegando y que si no llegan en las próximas semanas van a dejar sin dinero a la Hacienda griega y con dificultades de afrontar el próximo pago de deuda al FMI".

Para el economista, el Comité puede demostrar su función "cuando se llegue al momento en el que no se pueda afrontar a este pago y el Gobierno decida hacer un paso hacia la radicalidad democrática" y presentar "esta auditoría como un argumento de derecho, de legitimidad, para no pagar la deuda, que no puede pagar y no debe pagar, porque no la debe, porque está generada de forma ilegal, odiosa, ilegítima e insostenible".

Preguntado por esta agencia por la posibilidad de una suspensión de pagos del Gobierno heleno, contestó que "yo creo que Grecia está cerca de la suspensión de pagos, lo que no sabemos es en qué forma, si será de una forma más cooperativa o unilateral, si va a haber un intento de tutelaje del Gobierno, si va a haber un intento para hacer caer al Gobierno, si esto implicará una salida del euro… hay muchas dudas, muchas incógnitas".

Cutillas describió el proceso de auditoría de la deuda griega como "pionero en Europa" y necesario "para la salud democrática de la Unión Europea", por lo que "debería de extenderse a otros países".

La auditoría de la deuda griega puede a refundar la UE, opina Cutillas.

"Cualquier gobierno transformador que quiera contestar a este 'establishment', a estas elites financieras, tiene que llevar a cabo un proceso de apertura de los libros", afirma.

Pero también, añade, "incluir y hacer participar a la ciudadanía, para que se forme una opinión, para que participe, cree fuerza social para contestar esta deuda, y para sentar un precedente y un mecanismo democrático permanente, garantizar el derecho a la información y a la participación que se ha omitido, cuando no se ha transgredido, como sucede ahora".

Este economista cree que a pesar de que la iniciativa de auditar la deuda pueda parecer "una iniciativa menor", la revelación de "tramas de corrupción, tramas criminales a nivel nacional y global pueden dar mucha legitimidad" a los gobiernos que quieran hacer frente a las actuales políticas de austeridad.

"A cualquier demócrata no le da miedo que se abra un proceso de auditoría para aclarar cómo se han generado deudas, cómo se gestionan las cuentas del dinero público, cómo se realizan las contrataciones públicas", declara.

Aunque esto "debería servir para gente de izquierdas y derechas que se declare democrática", para Cutillas "estamos viendo que obviamente no es así, que eso es parte también del discurso de cara a la galería, que la opacidad reina (…) y que la opacidad, la falta de datos, la confusión, son gran parte de los recursos que tiene este poder".

El comité se formó a comienzos de abril por iniciativa del Parlamento griego y lo dirige el politólogo Eric Toussaint, portavoz del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo.

Está formado por 30 miembros, 15 griegos y 15 expertos internacionales de varios campos, y es enteramente independiente.

Dos españoles forman parte de este comité: el economista Daniel Albarracín, asesor del partido político Podemos, y el propio Cutillas, economista y miembro del Observatorio de la Deuda y la Plataforma de la Auditoría Ciudadana de la Deuda.

"Durante las últimas tres semanas hemos estado avanzando y estamos escribiendo los primeros borradores de los capítulos", adelantó el economista a esta agencia.




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