Caracas, abril 30 - La desaparición de aproximadamente 30 mil personas y el robo de 500 niños durante la dictadura militar que rigió en Argentina desde 1976 hasta 1981, dirigida por Jorge Rafael Videla, se convirtió en elemento clave para que surgiera en la nación suramericana una ola de manifestaciones en contra de las élites que gobernaban el país.

Una de las primeras fue la realizada por un grupo de madres, quienes la tarde del sábado 30 de abril de 1977 se reunieron en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, para exigirle al gobierno militar que regía el país una explicación sobre el paradero de sus hijos, víctimas del terrorismo de Estado, que aquellos años se extendía por la región con dictaduras tuteladas por el imperialismo estadounidense.

Así nació la Asociación Madres de la Plaza de Mayo, cuyo objetivo era hacer visible la situación que existía en el país: el dolor por todas aquellas desapariciones forzadas, que al pasar de los años alcanzaron la cifra de miles de personas. De la búsqueda de los hijos e hijas, también se pasó al reclamo por los nietos, las madres no descansaron y su lucha, aún vigente y activa, es referente mundial de clamor por la justicia y la memoria histórica.

"Creamos la asociación de Madres de Plaza de Mayo porque cuando nos juntábamos para reclamar por nuestros hijos en otros organismos del gobierno militar, nos sentíamos como separadas. En cambio en la Plaza de Mayo, éramos todas iguales, a todas nos pasaba lo mismo. Nos habían llevado a nuestros hijos, llorábamos por su ausencia, compartíamos nuestras tristezas y nos unía un idéntico dolor", expresó su fundadora, Hebe de Bonafini, quien lucha por dos hijos desaparecidos, en una entrevista para la Universidad de Delaware, Estados Unidos.

El primer sábado en el que se reunieron en la plaza, esta se encontraba vacía, por lo que se tomó la decisión de asistir al lugar otro día, cuando se esperaba contar mayor presencia de ciudadanos y cuerpos policiales. "La intención no fue otra que entregar una carta en la Casa de Gobierno, para que nos dijeran que había pasado con nuestros hijos. Como era un fin de semana nadie nos vio, por eso decidimos volver el jueves próximo. Ese día, finalmente, fue elegido para realizar nuestras marchas alrededor de la Pirámide de Mayo", recalcó Bonafini.

El "Estado de Sitio" aplicado en Argentina en esa época, prohibía las reuniones en espacios públicos de un grupo de más de cinco personas. Si este número era superado, debía disolverse la manifestación o sus participantes podrían ser arrestados.

Por ello, las madres que se reunían en la Plaza de Mayo tenían que caminar en círculos, debido a la cantidad de mujeres que se lograban concentrar en el lugar. De acuerdo con la presidenta de la asociación, en declaraciones ofrecidas en un documental transmitido por TV Pública de Argentina, al principio se reunieron entre 60 y 70 mujeres, pero al finalizar el mes, ya sumaban 300 madres que expresaban su dolor por la pérdida de sus hijos.

Represalias a la organización

Luego de formar la Asociación Madre de las Plaza de Mayo, las represalias no tardaron y, al ya tener identificadas a las mujeres que se encontraban en la organización, acrecentaron los secuestros contra ellas y sus hijos. Así, quienes contaban con un desaparecido, pasaron a tener dos o tres, en algunos casos.

El golpe más fuerte fue el secuestro de la primera Presidente de la asociación, Azucena Villaflor, en diciembre de 1977, así como la desaparición de varias representantes como Esther Ballestrino y María Ponce, lo cual pretendía sembrar miedo a las mujeres para que no regresaran a la Plaza.

Los cadáveres fueron hallados en 2005 en un cementerio de General Lavalle donde estaban sepultadas como NN (Sin Nombre). Se determinó, tras realizarse los estudios forenses, que habían sido arrojadas al mar desde aviones, reseñó el portal de noticias argentino Río Negro.

Este método era conocido como los "Vuelos de la muerte", un mecanismo de eliminación de opositores por el cual centenares de ellos fueron arrojados vivos y narcotizados al mar desde aviones de las Fuerzas Armadas.

De igual forma, cada vez que hacían una manifestación, las madres eran llevada presas, eran golpeadas y torturadas y las manifestaciones eran dispersadas con gases lacrimógenos.

Una lucha que continúa vigente

Tras arduas batallas durante la dictadura militar, que terminó en 1983, las Madres de la Plaza de Mayo se han convertido en un grupo de activistas en defensa de los Derechos Humanos.

Actualmente, todavía existen madres que buscan a sus hijos, que en muchos casos fueron robados y criados por otras familias.

Esta lucha en pro de los Derechos Humanos se ha visto fortalecida con la creación de la Universidad Popular Madres de la Plaza de Mayo, fundada en 1999, con el objetivo de "estimular el pensamiento crítico y organizar ámbitos grupales de reflexión creativa, articular la teoría y la práctica, generar herramientas para disputar la hegemonía intelectual, así como abrir un espacio para que los sectores populares y los nuevos movimientos sociales puedan participar y crear formas de construcción política", señala el portal web de la asociación (www.madres.org).

De igual forma, se creó una radio abierta y se fundó la Librería de Las Madres, para así poder llevar a todos los ciudadanos de Argentina la historia de lucha de estas mujeres por más de 30 años.

Todos los jueves, además, las representantes de la organización se concentran en diferentes espacios públicos de la nación suramericana, para recordar los hechos violentos ocurridos durante la dictadura militar.

Para conmemorar su fundación, la asociación ofrecerá un programa especial en la radio abierta de la asociación, la cual contará con presentadores invitados, para luego dar paso a las 3:30 de la tarde (hora local) a una marcha en la Pirámide de Mayo, para recordar la lucha histórica iniciada hace 38 años.

"Siéntanse madres de todos nosotros, de Argentina y de América Latina, orgullosas de lo que son, de sus hijos y sobre todo de la dignidad con la que han vivido", expresaría en el año 2003 el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, impulsor del proceso de unidad latinoamericana que vive la región desde hace más de una década y que tiene en las Madres de Plaza de Mayo un referente histórico de batalla por la justicia.