28 agosto 2015 - Para Donamaris Ramírez, actual alcalde de la ciudad de Cúcuta, la vencida no fue a la tercera sino a la cuarta oportunidad que se postuló como máxima autoridad de la capital del departamento del Norte de Santander en el oriente colombiano y fronterizo con Venezuela.
Lo había intentado en 2003, 2006 y 2009 desde posturas pretendidamente independientes, como un Movimiento Cívico Independiente que le servía como expresión desde los tiempos en que era concejal en los años 90, lo que le permitió en 1995 ser el presidente del Concejo Municipal.
Abogado de profesión y periodista de hecho, desde los 10 años, según una edulcorada hoja de vida oficial, Donamaris nació el 8 de agosto de 1962. Su padre, el periodista Carlos Ramírez París, fue fundador de una emisora de radio y alcalde por un mes en 1963.
De extracción popular, Ramírez París siempre estuvo al servicio de los sectores dominantes actuando como un mediador entre las demandas y necesidades de la gente y la protección de los intereses de la burguesía enmascarado con el discurso de lo "cívico".
Donamaris, por su parte, no dejó de sacar provecho de las relaciones de su padre y al principio de los años 80, con solo 19 años, promovió la formación de emisoras FM en la ciudad. Su desempeño en el sector privado está definido por su papel como director general de un canal local por cable inicialmente denominado Tu Kanal, perteneciente a la organización empresarial Goldberry.
Casualmente esa empresa es actualmente, durante el gobierno de Ramírez, la principal contratista de la alcaldía para la producción audiovisual de documentales institucionales y piezas publicitarias, según el sistema electrónico de contratos del propio ente municipal.
Su paso por el sector público incluye dos períodos como presidente del Concejo Municipal de Cúcuta, pero la posición que más destaca Donamaris es haber trabajado en la Fundación Buen Gobierno al lado del actual presidente colombiano, Juan Manuel Santos. Se trata de un centro de promoción política fundada por Santos en 1994 y que actualmente dirige su hijo y que impulsa la reelección del mandatario.
Trabajó para la Fundación Buen Gobierno del presidente Juan Manuel Santos |
Verde, partido y billete
Donamaris fue electo a fines de 2011 por poco más de 98 mil electores para el período que inició el 1º de enero de 2012 y que culmina el 31 de diciembre de este año.
Su postulación la hizo el Partido Verde, una organización autodefinida como de centro y cuya figura pública más conocida es el exalcalde de Bogotá, Antanas Mockus. Y aunque se vende como irreverente y "antisistema", al escudriñar entre sus adherentes y patrocinadores se encuentran a muchos relacionados directamente con los mismos viejos partidos cuestionados. Es una mutación para que todo siga igual.
En el caso de Ramírez, si bien no fue el candidato de Uribe y su Partido de la U, sí recibió apoyo abierto de importantes jefes de esa agrupación como el senador Efraín Torrado y el representante Carlos Hernández Mogollón.
Pero la del partido no es la única militancia verde, pues, hay otra y es la de los billetes verdes. Casado con Maribel Cuadros García, se convierte en una especie de socio de su suegro, el arquitecto y constructor Enrique Cuadros Corredor, un político liberal que fue senador, secretario de obras públicas del departamento y alcalde de Cúcuta por nombramiento y por elección popular, así como presidente del Concejo Municipal durante siete períodos.
Una de las tareas emblemáticas, destacadas en el perfil de Ramírez, es su participación en el impulso de un enorme centro comercial denominado Unicentro, desarrollado por la corporación Pedro Gómez en un terreno que era propiedad de Cuadros Corredor. El complejo, con más de 56 mil metros cuadrados de construcción y 121 tiendas, fue inaugurado en mayo de 2007, y una vez que toma posesión Donamaris se ha convertido en un espacio auspiciado por la propia alcaldía.
Una reseña de diciembre de 2014 lo presenta como el escenario del pesebre más grande del mundo, desarrollado por la alcaldía y elaborado con recursos municipales pero utilizados para promover un espacio privado.
Donamaris también ha sido acusado de recibir financiamiento por un millón de dólares de parte del grupo paramilitar Los Rastrojos, según una nota publicada en febrero de 2014 por el investigador Horacio Duque, en el portal Aporrea. La banda está integrada en su gran mayoría por exmilitares, expolicías y exagentes del DAS. Han sido organizados por la Policía Metropolitana de Cúcuta y por las guarniciones militares de la región, agrega la reseña.
Las 20 mil casas para los pobres
Sin embargo, el incidente que definitivamente marca a Donamaris es la promesa que lo llevó al triunfo en los comicios: construir 20 mil viviendas para los pobres.
Desde la época electoral, relata una crónica de Caracol Radio, en sus sedes políticas se organizaban reuniones en las que se proyectaban videos sobre las 20 mil viviendas de interés social. Una vez concluidas estas asambleas, el candidato firmaba los formularios que los futuros votantes habían llenado con esperanza, y les garantizaba a cada uno de los presentes que si era alcalde, una de esas futuras viviendas era suya.
Donamaris no se quedó en la pura propaganda, sino que decidió construir dos casas para que la gente las viera y se convenciera de la viabilidad de la propuesta. Una en la Ciudadela Atalaya y otra cerca al Banco de la República, en un sector más afluente, dice un reporte de la página La Silla Vacía.
Las casas están a la vista de todo el mundo y la gente puede entrar a conocerlas y volver realidad en su cabeza la promesa, precisa.
Otra crónica recuerda que se recibieron 75 mil formularios y entre la comunidad empezó a haber una preocupación: ¿cómo se haría ese reparto si había 55 mil beneficiados de más? Donamaris dijo que no había ningún problema, que eso de construir casas era mamey, sobre todo con el método español que traían y que podrían conseguir el Récord Guinness de hacer 55 casas por día en los cuatro años que mandaría. La gente respiró tranquila.
El 2 de enero de 2012, una fila de 14 mil personas estaba frente al Fondo Nacional del Ahorro con sus formularios en la mano. Donamaris, acosado por sus votantes, optó por una solución salomónica: no construiría una sola casa, dice el artículo firmado por Iván Gallo en www.las2orillas.co.
Una vez en la alcaldía ya no importaba mucho lo prometido. Y con el tiempo y la ayuda de la publicidad y el control de los medios, la monumental promesa fue quedando en el olvido.
Hace una semana, mientras Donamaris se flagelaba con su disfraz bolivariano para cuestionar la decisión del presidente Nicolás Maduro, de cerrar la frontera, posiblemente solo unos pocos recordarían la calidad de sus promesas.
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Sobornos, homofobia y acoso sexual
No habían pasado 10 meses del inicio de su período como alcalde de Cúcuta, cuando un concejal denunció que Donamaris estaba buscando dinero de los propietarios de terrenos urbanos para sobornar a los ediles, buscando aprobaran un cambio de zonificación para construir algunas de las casas ofrecidas en la campaña. Había una grabación incluso, pero una averiguación de la Procuraduría desechó la acusación.
Ese mismo primer año de gobierno negó el permiso para la realización del desfile del orgullo gay, para lo cual la alcaldía invocó razones morales.
El año pasado se reportó que el alcalde y otro alto funcionario acosaron sexualmente e irrespetaron a varias trabajadoras durante el acto con motivo del Día de la Secretaria.
Para esa misma actividad se habrían contratado a prostitutas "pre-pago".